Fotografía, libertad y recuerdo: Reseña de «La búsqueda del instante» de Johanna Pérez Daza

Fotografía, libertad y recuerdo: Reseña de «La búsqueda del instante» de Johanna Pérez Daza

Por Marialejandra Díaz Vásquez

 

Hay una tradición coreana muy famosa llamada ‘doljanchi’ o ‘doljabi’ que se realiza en el primer cumpleaños de los bebés. La ceremonia consiste en presentarle a los niños una serie de diferentes objetos para que escojan uno de ellos, esa elección servirá para predecir su futuro. Generalmente se colocan cosas como un ovillo de lana, que significa una larga vida, o una bolsita de monedas para representar la riqueza. También puede haber objetos referentes a algunas profesiones, como un estetoscopio, un micrófono, un mazo de juez o, quizás, una cámara. 

Sin duda esto es algo en lo que pensé mientras leía La búsqueda del instante, el segundo libro de la Colección En foco del Archivo de Fotografía Urbana y abediciones, escrito por Johanna Pérez Daza y que, en esta oportunidad, se trata de una entrevista al fotógrafo Ricardo Armas. 

La obra recoge diferentes anécdotas de la vida y carrera profesional de Armas. Todo esto en un verdadero formato de bolsillo que no le quita nada al contenido del libro y que, más bien, le añade ese valor de poder llevarlo a cualquier lugar con la garantía de que, sin importar la página en la que se abra, el lector se sentirá como si estuviera en aquella sala junto a la entrevistadora y el entrevistado.  

Por supuesto, ya que la Colección En Foco gira en torno a la fotografía venezolana y sus expositores, Armas señala varios momentos y nombres importantes de los años 70 y durante su carrera. Entonces, el libro adquiere ese valor informativo que sirve para ilustrar a jóvenes fotógrafos sobre los inicios de esta disciplina en el país, explorar el proceso de revelado de fotografía y acercarse a la magia de los cuartos oscuros.

Adicionalmente, la obra permite aproximarse a algunos términos fotográficos y tecnicismos. No obstante, sobre este tema, Armas plantea algo muy interesante: 

 

“El lenguaje de un fotógrafo se va armando en el tiempo, en la medida en que el fotógrafo va entendiendo cuales son los elementos en los que él se siente más identificado, más cómodo (…) aquellas cosas a las que se regresa siempre”. 

 

De este modo, La búsqueda del instante expone distintas miradas del quehacer fotográfico y resalta la libertad inherente a un arte como la fotografía. Bien lo explica Armas cuando la define como “el arte de hacer lo que te da la gana”, especialmente porque es un proceso de intuición al que se puede –o no– añadir la teoría. Esto se nota al inicio de su carrera cuando su padre Alfredo Armas Alfonzo le regaló su primera cámara y un joven Ricardo Armas tomaba fotos de lo que sea que llamara su atención, haciendo disparos espontáneos que, sin saberlo, tendrían sentido más tarde. 

 

 

“Si hay 200 fotógrafos, hay 200 entornos, hay 200 maneras de verlo”.

 

 

Su padre no sólo le dio su primera cámara, también le enseñó algo muy importante: “el valor de la imagen como representación” para preservar la memoria y hacer un futuro a partir de ella. Entonces, es curioso notar cómo ambos trabajaron de cerca en el mantenimiento de los recuerdos, pero cada uno bajo sus propias reglas y maneras, ya sea desde una editorial o desde la cámara. También hay que entender que el tratamiento de estos elementos (recuerdo y memoria) no es aislado, sino que ambos tienen una influencia tremenda sobre quiénes somos. 

De este modo es que La búsqueda del instante representa un acercamiento muy humano hacia la memoria, ya que plantea que esta no puede ser un hecho estático porque nosotros mismos no lo somos. Por ello, y en palabras de Armas, hay que “preservar la memoria sin que eso signifique que hay que preservarla tal cual es” así es como podemos descifrarla una y otra vez para comprenderla mejor. 

Para mí, esto es entender el acto de recordar como una tarea similar a ver una película varias veces y, en cada vez que la reproducimos, notar algo nuevo. 

Surge entonces una dinámica muy interesante de opuestos que se complementan. La fotografía es luz y es oscuridad, puede ser verdad y ser mentira, pero además tiene el valor de hacer permanentes breves instantes. Y, al mismo tiempo, con ese tratamiento de la memoria según Armas, la manera en la que recordamos los momentos cautivos en las imágenes probablemente nunca es la misma, aunque la foto siempre sea igual.

La búsqueda del instante es un recorrido por la vida de Armas; por sus amistades, como Luis Brito, Sofía Ímber o los miembros de El grupo; por sus proyectos, como el Manoas, La valla de Brooklyn, Los hijos de Erasmus y muchos más. 

Así, esta segunda entrega de la Colección En Foco conforma otra pieza de la fotografía venezolana explicada a través de las voces de sus protagonistas, anteriormente María Teresa Boulton -en el primer libro de la colección- y ahora por Ricardo Armas. A esta narración se le añade también la voz de la autora, Johanna Pérez Daza, quien mediante sus preguntas y posterior análisis, ofrece una obra apta para quienes tengan conocimientos -o no- de fotografía. 

Finalmente, volvamos al ‘doljabi’, un ritual ajeno a nuestra cultura, pero que me recuerda que aunque tracemos un destino o no y hagamos las elecciones que hagamos, es mágico encontrar eso que nos gusta y en lo que somos buenos. Aunque para ello, hace falta –como dice Pérez Daza al inicio del libro– dejarse seducir y rendirse con razonada convicción, con un poquito de intuición y sin perder la capacidad de asombrarnos. 

Bien podríamos pasar toda una vida en la búsqueda de ese instante, deseando escuchar el chasquido del obturador que, en este caso, no indicaría la captura de un recuerdo, sino la llegada al lugar correcto. Pero, ¿Quién sabe? Tal vez la misma búsqueda es el instante.

El retrato de un milagro: La sociedad de la nieve de J.A. Bayona

El retrato de un milagro: La sociedad de la nieve de J.A. Bayona

Por Marialejandra Díaz Vásquez

 

Las adaptaciones cinematográficas de obras literarias se producen prácticamente desde el inicio de la industria del cine. A partir de allí hasta nuestros días, es una tarea imposible enumerar la cantidad de adaptaciones del papel a la pantalla.

Entre las entregas más famosas de este año se encuentra La Sociedad de la Nieve del director español J.A. Bayona, una película que retrata lo vivido por los sobrevivientes de la Tragedia de los Andes durante los 72 días que estuvieron atrapados en la montaña. 

Esta es la adaptación de una historia real que parece sacada de un relato de ficción increíble. 

 

El filme está basado en la obra literaria del mismo título escrita por Pablo Vierci y que fue publicada en el año 2008, más de 30 años después del accidente. El texto de Vierci resulta valioso porque él mismo conocía a varios de los sobrevivientes ya que habían sido compañeros en el colegio católico Stella Maris en Uruguay. 

Portada del libro de Vierci

Vierci dedicó varias décadas a la escritura de esta obra. Un año después del regreso de los sobrevivientes, el escritor comenzó a recoger los testimonios tanto de ellos como de sus familiares. No sólo construyó este relato con base en las voces de quienes regresaron de la montaña, también pudo recordar a quienes no. 

 

Un director con una visión colectiva

 

La inspiración de J.A. Bayona para llevar a cabo esta adaptación cinematográfica surge justamente tras haber leído la obra de Vierci. Bayona, también director de Lo imposible (2012), adquirió los derechos del libro después de filmar esa película y comentó que, de hecho, el título de Lo Imposible fue sacado del libro de La Sociedad de la Nieve. 

 

De izquierda a derecha: Matías Recalt (interpreta a Roberto Canessa), J.A. Bayona y Agustín Pardella (Fernando Parrado) (Foto de Netflix)

 

El rodaje de La Sociedad de la Nieve duró 4 meses, con jornadas de más de diez horas y en tres lugares distintos. Antes de eso, se grabaron más de 100 horas de entrevistas de los sobrevivientes y sus familias. La película está grabada completamente en español, con un reparto principal uruguayo y argentino que estuvo en contacto con los verdaderos personajes y sus familiares. 

Esta producción representó un reto por muchísimas razones. Entre ellos, las adversidades de grabar en la montaña, la pérdida de peso de los protagonistas y la recogida de muchos testimonios. Cada una de esas dificultades con un motivo: durante una entrevista, Bayona citó a Vierci explicando que ¡Viven! es lo que pasó, pero La Sociedad de la Nieve es lo que les pasó (a quienes sobrevivieron y a quienes no). Es por eso que esta película tiene un enfoque mucho más humano y sentimental de un hecho que se ha contado miles de veces, y del que, en ocasiones, sólo se resalta lo grotesco de la situación.

 

La trama de la película

 

La Sociedad de la Nieve se estrenó el 13 de diciembre de 2023 en Uruguay, pero fue en enero de este año que llegó a Netflix, alcanzando más de 50 millones de reproducciones durante las dos semanas siguientes a su estreno. 

Imagen del rodaje de la película (Foto de: Quim Vives/Netflix)

La historia tiene como narrador a Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), quien fue el último en morir. Turcatti sobrevivió 60 días en la montaña; falleció el 11 de diciembre de 1972, sólo diez días antes del rescate. Algo característico de la trama es que, al igual que Numa, cada personaje termina siendo relevante y se hace énfasis en quienes fallecieron, recordando cada uno de sus nombres y su participación en los días que estuvieron atrapados en los Andes. 

Roberto Canessa (Matías Recalt) y Fernando Parrado (Agustín Pardella) juegan un papel muy importante en la historia: ellos cruzaron los Andes durante 10 días para buscar ayuda. Además, Canessa era estudiante de medicina en aquel momento, así que atendió a los heridos y asistió durante sus últimos días de vida a quienes no sobrevivieron al accidente.

La película está llena de momentos impactantes y conmovedores. Algunos de ellos son el ingenio de Roy Harley -quien arregló la radio por la que los sobrevivientes a la caída del avión escucharon sobre la suspensión de su búsqueda-, la dura labor de los primos Strauch, el humor de Carlos Páez y la actitud de Gustavo Zerbino cuando llegó el rescate.

La resiliencia de Fernando Parrado fue otra de las historias increíbles dentro de la tragedia. Parrado, quien incluso había sido dado por muerto y perdió a su hermana y a su madre en el accidente, se dedicó a entrenar físicamente para salir de la montaña, buscar ayuda y volver por el resto de sus compañeros. 

Canessa (Matías Recalt) y Nando (Agustín Pardella) (Foto de Netflix)

Todos estos son datos reales obtenidos de los testimonios de los sobrevivientes para ser plasmados en la película. Aquellas escenas tan entrañables son las que hacen de La Sociedad de la Nieve una película distinta que permite al espectador dar un nombre y un rostro a cada una de las víctimas del accidente. Adicionalmente, en el largometraje hay cameos de algunos de los sobrevivientes y se recrean exactamente algunas de las famosas fotografías reales de la tragedia. 

Izquierda: foto real tomada por uno de los sobrevivientes. Derecha: La Sociedad de la Nieve de J.A. Bayona

Otras adaptaciones

De izquierda a derecha: Supervivientes de los Andes (1976), Alive (1993) y La Sociedad de la Nieve (2023)

La lista de películas, libros e investigaciones sobre la Tragedia de los Andes es bastante larga. De hecho, esta situación de obra literaria adaptada a la gran pantalla ocurrió en varias oportunidades. Tal es el caso de ¡Viven! (1974) de Piers Paul Read, cuya película se estrenó en 1993 y estuvo dirigida por Frank Marshall, o Survive! (1973) de Clay Blair, llevada al cine mexicano por René Cardona en 1976 con el nombre de Supervivientes de los Andes

 

La tragedia considerada milagro

 

Podría hablarse por largas horas acerca de este hecho histórico que, incluso después de 50 años, continúa impactando a quienes conocen sobre él. Por eso, hay tanto contenido al respecto; como libros de los mismos sobrevivientes e infinitas entrevistas. Sin embargo, lo cierto es que esta entrega de Bayona es un buen ejemplo de una adaptación sobre una historia compleja y profundamente cruda desde el respeto y con muchísimo cuidado. Llegó a convertirse en algo más que una película, recordando de nuevo a todas las víctimas de aquel accidente y la increíble historia de los sobrevivientes que soportaron más de tres meses en condiciones tan adversas.

El largometraje no sólo es valioso en cuanto a este sentido emocional –que incluso los familiares de los pasajeros han comentado que representó un cierre para ellos–, también creó espacios para reflexionar sobre distintos temas en torno a aquel suceso; como el sensacionalismo y la actitud de la prensa; la información interesante y anécdotas por contar; el complicado duelo que enfrentaron todos los involucrados; entre muchos otros tópicos.

«No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos» últimas palabras de Numa Turcatti.

La Sociedad de la Nieve y la Tragedia de los Andes no son sólo la historia de lo que unas personas hicieron para poder sobrevivir. Es un hecho mucho más profundo que eso. Esta es una historia sobre demasiadas cosas, entre ellas, la resiliencia, la amistad, y todo lo que estamos dispuestos a dar por el bien de otras personas. 

La obra «La Corte Penal Internacional ¿Tutela judicial efectiva y eficaz?» se presentó en la Academia de Ciencias Políticas y Sociales

La obra «La Corte Penal Internacional ¿Tutela judicial efectiva y eficaz?» se presentó en la Academia de Ciencias Políticas y Sociales

Texto de Marialejandra Díaz V. 

 

Este martes 26 de septiembre se presentó en la Academia de Ciencias Políticas y Sociales (ACIENPOL) la obra La Corte Penal Internacional ¿Tutela judicial efectiva y eficaz? de Tamara Bechar, publicada este mismo año por abediciones. 

 

La actividad se llevó a cabo en una sesión especial para presentar la obra. El acto inició con las palabras de apertura del primer vicepresidente Dr. Rafael Badell Madrid, quien señaló algunos de los temas que abarca la obra de Bechar y la describió como una “obra importante y oportuna” en este momento actual, especialmente en lo que respecta a la evolución y consolidación de los órganos judiciales internacionales. 

ACIENPOL

 

Consecutivamente, la Dr. Magaly Vásquez, abogada e individuo de número de la ACIENPOL, compartió unas palabras acerca de la autora y del contenido de su obra, de la cual Vásquez fue tutora. 

 

Este texto producido por Bechar constituye su tesis para obtener el grado de Doctora en Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. La investigación fue evaluada con la máxima puntuación y recibió la Mención Publicación. 

 

En su discurso, la Dra.Tamara Bechar expresó su agradecimiento a quienes la acompañaron durante la composición de su tesis y la producción del libro. La autora destacó además la importancia de la constante mejora y corrección en los procesos de este tipo de instituciones, en este caso específico, de la Corte Penal Internacional (CPI). 

 

Esta obra, en palabras de Hannah Arendt, citada por la Dra. Bechar, se realizó desde una incansable desesperación, pero también desde un optimismo igual de inagotable, con el fin de “aportar y sugerir los remedios jurídicos necesarios». 

Presentación del libro

Adicionalmente, la Dra. Bechar afirmó además que la creatividad, innovación y planificación, se convierten en elementos imprescindibles para la actuación diaria y evolución en el tiempo de la CPI y de cualquier institución dedicada a la búsqueda de la justicia y al tratamiento de crímenes graves internacionales. 

El acto concluyó con el bautizo del libro a cargo de la Dra. Tamara Bechar, la Dra. Magaly Vásquez y las autoridades presentes de la Academia.

Más que un libro sobre derecho, La Corte Penal Internacional ¿Tutela judicial efectiva y eficaz? representa una guía, no sólo desde un punto de vista jurídico, sino también para cualquier lector, porque la violación de derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad son temas que involucran a toda la humanidad, y, especialmente desde el caso de Venezuela, estos no son asuntos ajenos a los venezolanos. 

 

Arte, gastronomía, cultura e historia

Arte, gastronomía, cultura e historia

Texto de Marialejandra Díaz V. 

Onoto debería ser la historia culinaria de Venezuela:

perfumada, colorida, adaptada y fuerte como la selva. 

Helena Ibarra 

 

Cocina Extraordinaria 2, presentada en marzo del 2023 por abediciones, es una obra que recoge, no sólo las maravillosas recetas de Helena Ibarra inspiradas en el Amazonas, sino también un espléndido trabajo fotográfico e interesantes textos sobre la selva, su riqueza, la gastronomía posible de ella y el trabajo que la autora de esta obra reseñada ha realizado por varios años. 

 

En este libro, Helena Ibarra, Liliana Martínez y Lucy Quero traen al Amazonas a nuestra mesa a través de cada receta, cada fotografía y cada ingrediente, para demostrar que la selva no es tan lejana como creíamos, no tiene por qué serlo. 

 

Cocinar es el acto más evolutivo del ser humano 

 

Desde el primer momento, Cocina Extraordinaria 2 es un viaje al Amazonas. La primera imagen del libro nos sorprende, dando la impresión de que nos embarcamos en un recorrido por la selva. 

 

La presentación es del chef venezolano Federico Tischler, quien cuenta acerca de su visita al Amazonas y la sorpresa que se llevó al conocer la naturaleza de la selva venezolana, los tubérculos, las frutas, los pescados de río y la yuca, que, gracias a su historia, relevancia y tratamiento, es uno de los tesoros del Amazonas. 

 

….abramos nuestras papilas, nuestros sentidos (en todos los sentidos…) y embarquémonos en este viaje gastronómico que nos hará mejores personas 

 

La introducción del libro estuvo a manos del periodista Miro Popic, quien realizó una síntesis de la historia del Amazonas: de cómo recibió ese nombre, su importancia histórica, las tecnologías desarrolladas por los indígenas y la diversidad de la fauna y los alimentos que es posible encontrar en este lugar. De esta manera, enlaza al Amazonas con la autora del libro, Helena Ibarra, y el trabajo tan importante que ella ha llevado a cabo. 

 

En palabras de Miro Popic, este trabajo de Helena Ibarra es «un capítulo más de esa cocina extra-ordinaria que va más allá de lo cotidiano y nos acerca a lo sublime«. Adicionalmente, Miro Popic recuerda:

 

Amazonas es el segundo estado más grande de Venezuela, con 177.617km². También el menos poblado. Un 5.78% de nuestro territorio es amazónico y en él habitan unas 190mil almas que se alimentan y de las que ignoramos todo, o casi todo; y hoy están condenadas a la injusticia social y la pobreza crónica. Su salvación es importante para nuestra propia supervivencia. 

 

El libro-objeto

 

La característica más llamativa de Cocina Extraordinaria 2, a primera vista, es el corte diagonal que facilita la lectura de las recetas mientras se cocina. Por este motivo, recibe ese título de libro-objeto, que pasa del modelo tradicional de libro que sostenemos en nuestras manos o abrimos sobre la mesa, a ser un libro que se mantiene en pie. Personalmente, este detalle recuerda a un atril: así, el cocinero se convierte en el director y en su orquesta están los ingredientes e instrumentos, la música es ese resultado final del concierto en la cocina, son los platos de vibrantes colores, es el aroma y los sabores. 

Otro detalle importantísimo de Cocina Extraordinaria 2 es, sin duda, las fotografías. Este libro es una obra de arte desde el primer momento en que lo abrimos y podemos observar esa primera imagen de la selva que nos adentra en ella. 

 

La fotografía de Cocina Extraordinaria 2 estuvo a cargo de Liliana Martinez y de Héctor Padula y Julio Osorio como fotógrafos asociados, también de Gustavo Random como asistente de fotografía y de Joaquín Garrido para el retoque digital. Creo que una vez más podemos decir que una imagen vale más que mil palabras, y, como dijo Miro Popic en el texto introductorio de este libro, “Ante las imágenes de estas 44 recetas sobran 44mil palabras”.  

 

En este mismo sentido, no sólo podemos medir el carácter artístico de Cocina Extraordinaria 2 por sus fotografías, otro aspecto que merece destacarse es la diagramación. El trabajo de Isabel Valdivieso, en compañía de Helena Ibarra y Liliana Martínez, agrega valor y completa esa perfecta armonía entre el texto, las imágenes y demás recursos que observamos en sus páginas. 

 

Tal como dice Miro Popic al inicio de esta obra, Cocina Extraordinaria 2 no es un libro de cocina amazónica, sino la interpretación de sus ingredientes y es «un libro que alimenta el alma y la esperanza«. Es el Amazonas traído a cada uno de nosotros, para recordarnos lo que somos, para hacerle honor a nuestra historia, al lugar más antiguo del planeta. 

 

La historia escondida en un grano de onoto 

 

Así se titula el texto de presentación de Helena Ibarra, y que me pareció maravilloso. “Encendido color este naranja rojizo que parece haberse atragantado de sol…” son las primeras palabras que nos comparte. Es un inicio contundente, palpable. En las siguientes líneas, Helena Ibarra revela que está hablando del onoto, y esa declaración logra sumergirnos de lleno en esta obra. Ahora no sólo pensamos en el naranja del onoto, sino que se despiertan otros sentidos, recordamos el olor de ese naranja, su sabor y lo que significa para el venezolano. 

 

Este texto de Helena Ibarra gira en torno a la gastronomía y alimentación, pero desde el punto de vista de la salud, de una cocina cargada de nutrientes y también de cultura e historia. Contiene además una crítica hacia la homogeneización de las comidas, de cómo esto afecta a los artesanos y pone en peligro las culturas mientras que aumenta la presencia de comida rápida. 

 

Hay una frase que rescato: Helena Ibarra dice sobre el Amazonas “Aquí tenemos muchos superhéroes conviviendo dormidos, en esta selva escondidos”. Cocina Extraordinaria 2 es una muestra de todo lo que el Amazonas tiene por ofrecernos, sólo falta buscarlo, los recursos están allí. 

Las complicaciones del mundo actual, lejos de liberarnos en un tiempo para nosotros mismos, parecen ahogarnos en un sinsentido horario donde comer, a veces llega a ser un inconveniente. 

 

Para cerrar, creo que Cocina Extraordinaria 2 es un recordatorio de nosotros mismos. Además de nuestro origen, nuestra propia cultura como venezolanos, también tiene que ver con nuestra humanidad. Alimentación, cultura, comunicación, comunidad y salud son temas que llaman la atención y cuyo vínculo debemos recordar y resaltar. En un mundo de tanta inmediatez, retroceder, para mirar qué podemos aprender de nuestra propia historia y tierra, es un recurso necesario para sobrevivir, pero especialmente, para no olvidar quiénes somos. Esa es una tarea esencial del ser humano, es la herencia que podemos dejar a quienes vendrán después de nosotros. 

 

 

 

abediciones presenta: “Ser buena gente. Nuestra ética del éxito social y del desarrollo” de Emilio Graterón

abediciones presenta: “Ser buena gente. Nuestra ética del éxito social y del desarrollo” de Emilio Graterón

Texto de Marialejandra Díaz V. 

¡Vamos pues! Empecemos a ver cómo es eso de una civilización latina de gente que es feliz, exitosa y próspera siendo buena gente. 

 

Este viernes 19 de mayo a las 5:00p.m. en la Plaza Los Palos Grandes en Caracas, abediciones presentará Ser buena gente. Nuestra ética del éxito social y del desarrollo escrita por Emilio Graterón.

Graterón es abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y desempeñó el cargo de Alcalde del municipio Chacao del estado Miranda entre 2008 y 2013.

El evento será de entrada libre y estará a cargo de la periodista y coordinadora de extensión cultural de Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza SJ, Yelitza Méndez, y del profesor, escritor y licenciado en filosofía, Leonardo Mendoza, quienes compartirán sus impresiones y comentarios acerca de la obra junto al autor.

En su primera edición, Ser buena gente. Nuestra ética del éxito social y del desarrollo recoge en once breves capítulos diversas reflexiones en torno a la sociedad latinoamericana, específicamente sobre Venezuela. A través de un lenguaje sencillo, cercano y con varios venezolanismos, Graterón comparte sus disertaciones con respecto a la forma de ser y el comportamiento del venezolano.

¿Qué nos hace diferentes del resto del mundo? ¿Qué nos identifica como venezolanos? ¿Qué podemos potenciar para ser mejores? Son preguntas que surgen al leer esta obra.

“Yulimar”, “Mano segura no se tranca”, “El temor al chinazo” y “¿Cuánto hay pa’ eso?” son algunos de los títulos de los capítulos del libro. Cada uno de ellos contiene al final algo que Graterón identifica como platabandas, en las que enlista consejos y recomendaciones importantes referentes a cada tema tratado.

Ser buena gente. Nuestra ética del éxito social y del desarrollo estará disponible en librerías nacionales. Es un texto-instrumento para, bien lo dice el autor, reflexionar, aprender y hacer posible que “ser buena gente se transforme en un fenómeno de liderazgo colectivo”.