Sobre «Casa natal» de Antonio López Ortega y «Conspiración y obsesión» de Antolín Sánchez Lancho

Sobre «Casa natal» de Antonio López Ortega y «Conspiración y obsesión» de Antolín Sánchez Lancho

Leonardo Mendoza Rivero

«Estamos en modo feria», suele decirse en los pasillos y corredores de las oficinas de abediciones, la casa editora de la Universidad Católica Andrés Bello, cuando el calendario comienza a apretar con la llegada de la Feria del Libro del Oeste de Caracas, conocida también como la FLOC. Encaminada a su octava edición –y que servirá, este año, como colofón del 70 aniversario de fundación de la UCAB–, esta fiesta para editores, libreros y lectores está programada del lunes 27 de noviembre hasta el sábado 2 de diciembre, en el campus universitario de Montalbán.

Con el paso de los años, la FLOC se ha posicionado como uno de los puntos de encuentro predilectos de la sociedad letrada caraqueña, donde profesores universitarios, escritores, investigadores, ensayistas, artistas, estudiantes y público en general se reúnen no solo para comprar libros nuevos o de segunda mano, sino para compartir, en una serie de actividades culturales, diferentes puntos de vista en relación a distintos tópicos. Por ejemplo, el año pasado destacaron varios encuentros, como la presentación de la edición venezolana de la última novela publicada en vida de Victoria de Stefano, Vamos, venimos, a cargo –precisamente– de abediciones, donde brillaron no solo la autora sino sus presentadoras –Sofía Mogollón, antigua correctora de la editorial; Lizette Martínez, actual directora de la Escuela de Letras de la UCAB; y Diajanida Hernández, gerente general de la Fundación para la Cultura Urbana–; el emotivo recital de poesía en homenaje a Eugenio Montejo, en ocasión de la publicación de su Obra completa por parte de la editorial española Pre-Textos, donde tuve la oportunidad de leer el poema «Soy esta vida», aparecido originalmente en el volumen Terredad; o el recordado homenaje a Rafael Cadenas tras haber ganado, semanas antes, el prestigioso Premio Cervantes, donde una numerosa audiencia escuchó tanto al poeta como las sentidas palabras del profesor José Francisco Juárez, en aquel entonces Rector encargado de la universidad, tras el deceso del padre Francisco José Virtuoso; la profesora Lorena Rojas Parma, directora del Centro de Investigación y Formación Humanística de la misma universidad y al escritor venezolano Antonio López Ortega.

Casa natal

Precisamente, en este 2023 López Ortega se une a lo que empieza a vislumbrarse como el canon propuesto por la editorial abediciones con el volumen de cuentos titulado Casa natal –recopilación de sus relatos selectos, publicados entre 1982 y 2008–, estrado al que también ingresa el periodista y fotógrafo Antolín Sánchez Lancho, con la novela Conspiración y obsesión –que, con el título de Primera parte, estuvo entre las diez finalistas del LXVI Premio Planeta de Novela, en 2017–, sumándose ambos textos a una colección donde figuran novelas como La hija de la española (2019), de Karina Sainz Borgo; Los inmateriales (2021), de Óscar Marcano; Llévame esta noche (2022), de Miguel Gomes, entre otros, pertenecientes a figuras consagradas dentro de nuestro campo cultural literario. Sendas ediciones –Casa natal y Conspiración y obsesión– evidencian lo que me atrevo a llamar la irrefrenable apuesta de abediciones: la de publicar en formato físico, año tras año, a escritores venezolanos que, de una u otra manera, se muestran como representativos –y quizás imprescindibles– dentro del panorama narrativo nacional.

Si nos adentramos en la antología de López Ortega, encontramos que la mayor parte de sus cuentos –a pesar de que, según el profesor Gomes, es difícil «percibir un elemento común en ellos» – se muestran como un conjunto de historias que retrata una multiplicidad de intimidades que son capaces de hacer dialogar la estética del boom y el posboom. Así, el espacio propio –bien sea el hogar o el discurso interno, a lo Faulkner– se convierte en un área propicia para que los afectos, decepciones, alegrías y tragedias de los personajes se representen como vicisitudes del mundo urbano, caleidoscópico y cosmopolita latinoamericano. Textos como «Casa natal», que nos habla de un lugar borroso donde la memoria y la extrañeza se hacen presentes como componentes literarios; «Lapso», donde lo propio es usado para «retener épocas pasadas, plácidos fines de semana, sonrisas y cosquillas» ; «Retrato de Patricia», donde lo íntimo es también un salvoconducto, un escape sin tregua; o «Difícil otras maneras», donde el conflicto del personaje llamado Adriana es una escisión, un recuerdo que «ella sepultaba en el rincón más hondo de lo que podía ser el dolor», son apenas una muestra de nuestra tesis. En este sentido, es mucho lo que coincidimos con Gomes, quien explica en la introducción del volumen que los cuentos de López Ortega operan como «dramas íntimos», donde encontramos una serie de «ciudades que crecen borrando trazos de la memoria de sus habitantes», muchas veces ocultas dentro de las capas subcutáneas de esa consciencia que generalmente identificamos como voz narrativa. Tal vez, por esa razón, consideramos que la prosa lópezorteguiana no pierde vigencia para un lector contemporáneo, pues el carácter polisémico de sus historias se convierte en el hilo que las tensa dentro de un discurso barthesianamente común: el estilo personal de López Ortega como autor.

Conspiración y obsesión

En el caso de Sánchez Lancho, llama la atención no solo el estilo narrativo de la novela, al ser éste capaz de retratar territorios periféricos –no solo como escenarios de la historia, sino también como representación de lo recóndito, de lo profundo de los pensamientos de Emilia Arce, protagonista de esta historia– desde el obturador de la palabra. Inspirada en hechos reales acaecidos en Venezuela en el año 1981 –el secuestro, en simultáneo, de varios aviones–, Conspiración y obsesión se muestra como un registro de zonas mixtas y residuales de un conflicto donde la lucha entre lo hegemónico y lo contrahegemónico –al menos, en perspectiva, ya que, como sabemos, siempre ha sido una lucha entre las potencias– es el escenario para que el amor, la intriga, las pasiones y el constante peligro se presenten como relatos en sintonía, donde Emilia lidia con circunstancias en riesgo, en las que caben preguntas como la siguiente: «¿El hombre no tenía las granadas y había sido un burdo intento de estafarla? ¿O acaso es un informante y ahora me vigilan?»; o planifica acciones inherentes de una célula terrorista, como quemar esténciles u operar un multígrafo porque «la proclama constaba de quince páginas y necesitaban cien copias de cada una a doble cara»; y también, al final del relato, cuando Emilia, alias «camarada Carolina, frustrada Comandante 12, miraba absorta el vacío dejado por el avión», para luego acariciar «la máscara guardada en su bolsillo, doloroso testimonio del sueño roto», entendiendo o queriendo entender por qué Manuel, su amante, decidía «desprender unos capítulos de su vida». Estamos, así, frente a una historia que presenta a la ciudad de Caracas, todavía engañada por las ilusiones petroleras de los setenta, como telón de fondo de una romántica y casi siempre ahogada lucha armada –al menos, en Venezuela–, propia de mediados del siglo pasado.

Como una feliz coincidencia, ambos textos confluyen en la conformación de un entramado ficcional donde las minorías, no solo sociales sino ideológicas, deciden tomar cierto protagonismo en tanto la presencia de lo político propicia el choque entre valores contrarios. Esto empuja a sus personajes a esforzarse para rasgar estos elementos, a la vez que se inscriben, de cierta forma, en el espectro de lo que Deleuze y Guattari comprenden como littérature mineure, donde la alteridad funge como combustible de la derrota y la aflicción.

Dicho esto, no queda más que alentar los esfuerzos que desde abediciones se hacen para que parte de la tradición narrativa venezolana siga, como un oasis en el desierto, disponible en las más que golpeadas librerías del país que, desde la lejana época del «boom editorial» –palabras, como corresponde, de Carlos Sandoval–, viven sus peores años en décadas. A fin de cuentas, esa irrefrenable apuesta de abediciones, insistimos, no es más que el cumplimiento de las palabras del profesor Marcelino Bisbal, su director, de representar «no solo la producción del conocimiento de la misma universidad, sino también aquel que se produce fuera de nuestros muros».

 

 

[1] Miguel Gomes, «Introducción» a Antonio López Ortega, Casa natal, (Caracas: abediciones, 2023), 14.

[1] López Ortega, «Lapso», Casa natal, 29.

[1] López Ortega, «Difícil otras maneras», Casa natal, 217.

[1] Miguel Gomes, «Introducción», 14.

[1] Antolín Sánchez Lancho, Conspiración y obsesión, (Caracas: abediciones, 2023), 259.  

[1] Sánchez Lancho, Conspiración y obsesión, 353.

[1] Sánchez Lancho, Conspiración y obsesión, 445.

[1] Marcelino Bisbal, «Esto es un libro: el manual de abediciones», prólogo a Ricardo Tavares Lourenço, El estilo de abediciones. Cómo ponemos libros en tus manos, (Caracas: abediciones, 2019), 13.

Una mirada a «Las libretas» de Fedosy

Una mirada a «Las libretas» de Fedosy

Escrito por Victoria Velutini

El título de la obra de Fedosy Santaella es curioso a los ojos del lector…encontrarse con Las libretas ocasiona una involuntaria sonrisa (incluso antes de saber sobre su contenido), quizá por la familiaridad que estas producen, siempre compañeras de viaje, siempre al alcance de la mano cuando nos topamos con una idea que merece ser llevada a lo físico o cuando, en cambio, debemos ratificar la importancia de un hecho de forma inmediata, para volver al mismo en el momento que sea necesario. En medio de la pandemia –a la que denomina ‘Gran Encierro’– el escritor, ensayista y poeta venezolano reflexiona sobre el ámbito conceptual de este “cuaderno” y lo que significa en la vida de aquellos que se dedican (o no) a la escritura, mientras que rememora sobre sus propias libretas y las de otros escritores que han modelado directa e indirectamente su trabajo literario.

En Las libretas, el autor desmiente el aspecto peyorativo con las que se ha cargado a las mismas y, en oposición, dignifica su estado portátil y la manera en la que es capaz de contener lo más cercano al espíritu, ya que se encuentra libre de mediaciones sociales, es decir, es la representación más exacta de nosotros y por tanto es imperfecta y genuina. La libreta se convierte, entonces, en un espacio ajeno a las convenciones y a las reglas que promulgan el bien conocido orden. Carece de una estructura precisa –como lo haría un diario o una bitácora– y le permite a su portador la representación de lo más descabellado, de los garabatos más incomprensibles y de los dibujos ocasionales que se asoman en las esquinas de las hojas, más allá del “margen vertical”.

La estructura del libro es, sin duda alguna, ecléctica, y en varias ocasiones, no se sabe si se está leyendo un diario, un ensayo o una crónica. De cierta manera, el escritor le hace honor a su sujeto y objeto de estudio y se dedica a escribir y plasmar aquello que le interesa, sin preocuparse por estilos ni formatos, tal y como si estuviese escribiendo en una libreta que ha dejado en un lugar estratégico para que la hallemos y leamos con divertido interés. Esto le otorga un encanto particular a Las libretas, pues nunca se está seguro de lo que se encontrará en la siguiente página: desde los avistamientos del escritor desde su ventana, pasando por recreaciones de vagos e increíbles sueños hasta disertaciones sobre la poética en “La novela de Blas Coll”.

En el vaivén de planteamientos encontramos, no obstante, el hilo conductor que nos guía durante la lectura y ese no es otro sino el protagonismo de la libreta como archivo de la memoria, intermediaria y facilitadora de la posterior expresión articulada, así también como el énfasis que hace el escritor en poner en valor el papel fundamental que juegan al ser testigo de los cuestionamientos y de las breves iluminaciones que dialogan en nuestra mente hasta que logran encontrar una salida lógica que, a pesar de ser comprensible, pierde mucho de la inicial pureza con la que alguna vez se formularon.

El lenguaje de la obra ronda entre lo informal y lo formal. Se encuentra en un punto medio, debido a la diversidad de estilos con las que aborda el tema. Los textos más parecidos a un ensayo, es decir, aquellos que contienen citas textuales y extractos de poesía –como el que dedica a Nijinsky, Chéjov o Billy Collins– hacen uso de un tipo de lenguaje formal que, a veces, se encuentra con un comentario casual del escritor. Las anotaciones que realiza con respecto a su entorno y sus memorias, visibles en “Orgullo felino” y “La libreta de los misterios”, no pierden la estética de las otras, pero existe en ellos un tono cercano, característico de los textos epistolares, como si el escritor se estuviese dirigiendo a un viejo amigo.

El tono de Las libretas es tanto íntimo como crítico y, aunque parezca paradójico, está en perfecto equilibrio. Cada uno se adecúa por completo a la intención que reside detrás de cada escrito y no exige demasiado al lector, es decir, la transición es fluida y la manera en la que el libro se encuentra estructurado facilita la comprensión de la totalidad del mensaje. Es más, esta cualidad hace de Las libretas un texto singular y aumenta su valor, ya que propicia el interés: la lectura no se hace para nada tediosa, sino que el lector desea continuar leyendo y encontrar en esas libretas ajenas, indicios de lo propio.

En general, se trata de un libro inteligente, emocional y profundamente reflexivo. A través de lo que parecería un simple objeto, Fedosy Santaella nos hace reflexionar sobre la literatura, la vida, la poesía y el valor de la palabra en nuestro día a día. Dentro de cada uno de nosotros, menciona, “Existe otra vida. Entre el lenguaje cotidiano del hombre y el devenir de los sueños (…)” y esa vida se halla en las páginas en blanco de nuestras libretas, repletas de posibilidades y abiertas a cualquier destino, a cualquier expresión, puesto que en ellas no existe un juez déspota, sino el espejo que nos refleja.

El thriller político llega a abedicones con «Conspiración y obsesión» de Antolín Sánchez Lancho

El thriller político llega a abedicones con «Conspiración y obsesión» de Antolín Sánchez Lancho

Una nueva novela ha llegado a la casa editorial de la Universidad Católica Andrés Bello y esta tiene por nombre Conspiración y obsesión. Fue escrita por Antolín Sánchez Lancho y bajo el título Primera Parte, estuvo entre las diez obras finalistas del LXVI Premio Planeta de Novela en el año 2017.

La novela, inspirada en hechos reales, narra las acciones de un guerrillero consagrado, Manuel Gala, quien durante la década de los 80 y dentro del contexto de la Guerra Fría y los movimientos comunistas en América del Sur, planea el secuestro simultáneo de tres aviones. Por otra parte, se encuentra un inspector de la Policía Judicial, Tomás Arístegui, quien además de tener problemas con políticos, jefes policiales y demás personas poderosas, dirige la investigación contra Gala y los grupos subversivos urbanos que lo acompañan. Sin poder evitarlo, cada uno de estos personajes se ve envuelto en un ambiente tortuoso en donde no faltan las intrigas, traiciones y el peligro.

«Conspiración y obsesión»

El tema de la guerrilla y su organización, la jerarquía y la forma en la que se financian es uno de los puntos que aborda el autor, sin dejar de lado otro aspecto muy importante que es ver cómo estos movimientos ideológicos conquistan y deslumbran a los ciudadanos, especialmente a los más jóvenes. Finalmente, Sánchez Lancho muestra, desde una perspectiva transparente, el  funcionamiento de la Policía Judicial y de cada uno de los organismos que se ven involucrados en el atentado.

El escritor Alejandro Varderi comenta en una reseña de la novela publicada en el portal Viceversa lo siguiente:

Si bien la novela de Sánchez Lancho se desarrolla en los años ochenta, concretamente entre enero y diciembre de 1981, la acción puede trasladarse al momento presente cuando los altísimos índices de criminalidad, la corrupción política, la debacle económica y las pugnas partidistas estallan de forma aluvional y amenazan con desestabilizar permanentemente al país. 

El atentado de 1976 contra un vuelo de Cubana de Aviación que partió de Guyana con rumbo a La Habana en el cual se hallaban involucrados dos ex-funcionarios venezolanos del servicio de inteligencia DISIP, la guerra entre Irán e Irak y su influencia sobre los altos precios del petróleo, la inminente devaluación de la moneda y sus consecuentes efectos en la vida nacional, la guerrilla centroamericana como factor desestabilizador en el hemisferio, son algunos de los temas que envuelven a los personajes y movilizan las historias. 

Antolín Sánchez Lancho

Antolín Sánchez Lancho es comunicador social egresado de la Universidad Central de Venezuela. Ha participado en la realización de cientos de piezas audiovisuales y fue columnista en los diarios El Nacional y El Universal. Además, su labor fotográfica ha sido reconocida con el Premio Nacional de Fotografía de Venezuela.

El texto se encuentra disponible en todas las librerías a nivel nacional y, al igual que todas las novelas publicadas por abediciones, el dinero recibido por las ventas de Conspiración y obsesión será destinado al fondo de becas de la Universidad Católica Andrés Bello.

El maestro de ceremonia. Oficio de “ser” y “hacer” con calidad

El maestro de ceremonia. Oficio de “ser” y “hacer” con calidad

Etna de Fagre presenta su más reciente trabajo de la mano de abediciones (UCAB) y de Luis Felipe Capriles Editor, el cual tiene por nombre: El maestro de ceremonia. Oficio de “Ser” y “Hacer” con calidad. El libro forma parte de la colección Cátedra de la casa editorial de la UCAB y es porque este no es más que un manual que explica, de forma exhaustiva, la labor del maestro de ceremonia y la importancia que tiene el protocolo en el desarrollo de actividades destinadas a grandes públicos.

En la introducción del libro, la autora señala que “en la actualidad es evidente la proliferación de eventos que se realizan en todos los ámbitos, lo cual genera una gran demanda de personal especializado que pueda conducirlos no solo con tecnicismo, entusiasmo y creatividad, sino también con concentración, seguridad, buena pronunciación, volumen de voz apropiado y excelente presencia, entre otros requisitos”. En base a ello, el libro ofrece, además de una mirada a la naturaleza del oficio, una serie de sugerencias y técnicas que lo convierten en un manual indispensable para todo aquel cuya labor implique la interacción con una audiencia a través del micrófono.

El libro está conformado por cinco capítulos que abordan la definición de los diferentes eventos, los funcionarios (maestro de ceremonia, moderador, animador, locutor e intérprete) que tienen la responsabilidad de representar a su organización frente a un público y la manera en la que estos deben comportarse durante la ejecución del evento. También presenta sugerencias sobre el perfil que deben tener todas las personas que se dediquen a las actividades de protocolo junto a la historia y los elementos fundamentales de esta disciplina que nunca deben pasarse por alto.

Como bien dijo Víctor M. Mendoza Coronado, prologuista del libro, el protocolo “es una parte fundamental de nuestra vida profesional porque implica el respeto de normas que facilitan la comunicación y las relaciones sociales”.

Del mismo modo, en el capítulo cinco, la autora se dedica a explicar todo lo relacionado con el lenguaje hablado, proporcionando ejercicios, prácticas y recomendaciones que pueden ayudar no solo a los profesionales de la voz, sino también a todo aquel que esté interesado en dominar su dicción y proyectar correctamente el habla.

Etna de Fagre se ha desempeñado como planificadora, organizadora y coordinadora de eventos nacionales e internacionales por más de 35 años. Ha realizado investigaciones en las áreas de Gerencia de Eventos, Protocolo Académico Universitario e Inteligencia Emocional, además es profesora titular a dedicación exclusiva jubilada, florista profesional y Académica de Número de la Academia Internacional de Ceremonial y Protocolo (AICP), sillón 38.

El libro se encuentra disponible en las librerías del país y su versión digital está a la venta en la librería virtual de abediciones, a la cual puede acceder a través del siguiente enlace: https://abediciones.ucab.edu.ve/producto/el-maestro-de-ceremonia/

«La Corte Penal Internacional ¿tutela jurídica efectiva y eficaz?», de Tamara Bechar Alter: una mirada objetiva a las leyes del mundo

«La Corte Penal Internacional ¿tutela jurídica efectiva y eficaz?», de Tamara Bechar Alter: una mirada objetiva a las leyes del mundo

Tamara Bechar Alter, abogada y profesora universitaria, ha publicado el libro La Corte Penal Internacional ¿tutela jurídica efectiva y eficaz? con la editorial de la Universidad Católica Andrés Bello, abediciones. El libro es el fruto de su tesis doctoral en el que analizó la labor de la Corte Penal Internacional (CPI) y su rango de acción, derivando en una serie de sugerencias y propuestas que podrían optimizar el funcionamiento de la misma.

De acuerdo a Magaly Vásquez González, secretaria general de la UCAB y prologuista del libro, este “constituye un profundo y completo estudio sobre la jurisdicción internacional, en la cual se ubican los antecedentes de la Corte Penal Internacional, los principios que la rigen, su estructura y funcionamiento, con el enorme mérito de explicar en palabras sencillas, un complicado y engorroso procedimiento como el establecido en el Estatuto de Roma y sus normas colaterales”.

El libro se encuentra dividido en siete capítulos, entre los cuales se abordan temas como la definición y explicación de la CPI y del Estatuto de Roma, además de las relaciones, los procedimientos y el rol que tienen tanto el imputado como las víctimas dentro del organismo. Del mismo modo, a lo largo del texto se proporcionan algunas sugerencias que, en base al panorama actual, podrían influir positivamente en el funcionamiento de la CPI y, del mismo modo, fungir como luces para todos los abogados y especialistas en leyes que se dedican al área penal.

Tamara Bechar Alter es doctora en Derecho mención suma cum laude de la Universidad Católica Andrés Bello. Miembro del Colegio de Abogados del Distrito Federal, especialista en Ciencias Penales y Criminológicas, miembro del Consejo Consultivo del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana y profesora universitaria.

El libro se encuentra a la venta en todas las librerías del país.