¿Quiénes son las 17 mujeres que han recibido el Nobel durante sus +100 años de existencia?

¿Quiénes son las 17 mujeres que han recibido el Nobel durante sus +100 años de existencia?

Por Marialejandra Díaz Vásquez

 

Desde fuertes críticas sociales a regímenes políticos, que encierran el horror de la persecusión nazi y el sistema de segregación racial, hasta temas que siguen igual de vigentes hoy en día como hace cien años.

 

Los escritores que han ganado el Premio Nobel de Literatura continúan haciendo eco de aquellos tópicos de interés humano. La primera entrega se realizó en 1901 y desde entonces se han otorgado 115 galardones en esta categoría. Sin embargo, solo 17 mujeres han sido premiadas con dicho reconocimiento.

 

Aunque es claro que en las entregas de dicho premio predominan los nombres masculinos, no hay duda de que las mujeres ganadoras del mismo han sido igual de merecedoras del reconocimiento, no por ser mujeres, sino por su talento.

 

La primera mujer en ganar el premio nobel de literatura fue Selma Lagerlöf (1909), una escritora sueca reconocida como una activa feminista y miliante del movimiento sufragista en su época. En aquellos años, la academia sueca estaba constituida mayormente por hombres, por lo tanto, otorgar el reconocimiento a Lagerlöf no fue tan sencillo, pero así se hizo, reconociendo “la vívida imaginación y la espiritual percepción” de su obra. De hecho, La leyenda de Gösta Berling, su obra debut, fue adaptada al cine mudo en 1924.

Arriba: Selma Lagerlöf, La leyenda de Gösta Berling Abajo: Grazia Deledda, Cenizas

Diecisiete años después (1926), otra mujer recibe el galardón, su nombre es Grazia Deledda. La escritora de origen italiano recibió el nobel por sus escritos en los que retrataba la vida en su pueblo natal y problemas humanos en general. Posteriormente en 1928, Sigrid Undset, escritora noruega, recibe el premio por el contenido descriptivo de su obra acerca de la vida en el norte durante la edad media.

 

Años más tarde (1938), Pearl Buck, escritora estadounidense de ascendencia china, ganó el premio. Buck escribió sobre la vida cotidiana en China, su trilogía sobre la familia Wang tuvo gran reconocimiento durante los años 30, está compuesta por: The Good Earth (1931), Sons (1932) y A House Divided (1935).

Izquierda: Sigrid Undset, Kristin Lavransdatter Derecha: Pearl Buck, The Good Earth

Entonces, en 1945, Gabriela Mistral recibe el premio, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en recibir el Nobel. El trabajo de la poeta lírica chilena fue reconocido por las poderosas emociones que encierra, lo que ha hecho de Mistral un icono incluso en la cultura pop.

Izquierda: Gabriela Mistral, Desolación Derecha: Nelly Sachs, La Pasión de Israel

 

Temas profundamente relacionados a la experiencia humana…

 

La primera mujer en recibir el premio marcó un hito en la historia, abriendo paso para todas las que vinieron después de ella, pero especialmente para Nelly Sachs, quien fue galardonada en 1966. Sach leyó La saga de Gösta Berling y escribió una carta a Lagerlöf, ella respondió, sin saber qué podría influir en la vida de aquella joven alemana. Así, años más tarde, Sach dedicó su primera obra, Leyendas y relatos (1921), a la escritora sueca. Nelly Sachs compartió el premio con Shmuel Yosef Agnon.

 

Nadine Gordimer, Beethoven tenía algo de negro Abajo: Toni Morrison, Ojos azules

 

Los escritores galardonados con este premio se han distinguido por la forma en la que retratan diversos temas realistas o no, pero que están profundamente relacionados a la experiencia humana. Por ejemplo, el trabajo de Sachs contiene su visión como judía que vivió el horror de la segunda guerra mundial y para Nadine Gordimer (1991)  y Toni Morrison (1993) también es así.

 

Nadine Gordimer escribió sobre la vida en Sudáfrica. Tiene una serie de novelas que tratan sobre el movimiento de resistencia contra el apartheid en dicho país. Por otro lado, Toni Morrison retrató la vida e historia de las personas negras estadounidenses, fue la primera editora negra en una de las editoriales principales de inglés en el mundo, Random House.

 

Izquierda: Wislawa Szymborska, Saltaré sobre el fuego – Canción negra Derecha: Elfride Jelinek, La Pianista

Wisława Szymborska, escritora polaca, fue la galardonada de 1996. Trató profundos temas existenciales en la vida humana cotidiana, por lo que, para algunos, es reconocida como una escritora única en su género.

Durante el nuevo milenio…

La primera escritora en recibir el Nobel en el siglo XXI es Elfriede Jelinek (2004), autora austriaca cuya obra, cargada de flujo musical, hace una fuerte crítica a la sociedad de consumo moderna. Le sigue la ganadora de este reconocimiento con mayor edad; Doris Lessing. A sus 88 años, la escritora británica recibió el Nobel en 2007 por su obra que, a través de la experiencia femenina, retrata la vida, historia y desarrollo del siglo XX.

Doris Lessing, La buena terrorista Derecha: Herta Müller, El hombre es un gran faisán en el mundo

 

Herta Müller es la próxima galardonada (2009). Su obra describe cómo el miedo y alienación producidos por la dictadura se adentran en la mente de las personas, algo que Müller vivió bajo el régimen de Nicolae Ceaușescu en Rumania. Posteriormente (2013), Alice Munro, escritora canadiense de cuentos, recibe el Nobel por sus historias en las que estudia la influencia de asuntos triviales en la vida cotidiana.

Descripción: Arriba: Alice Munro, La vida de las mujeres Abajo: Svetlana Alexievich, Voces de Chernóbil

Más recientemente, Svetlana Alexievich (2015) y Olga Tokarczuk (2018) fueron galardonadas con el premio. La obra de Alexievich contiene duras críticas al régimen político de la Unión Soviética a través de entrevistas a personas que vivieron durante esa época. Por otra parte, Tokarczuk tiene un estilo característico inspirado en mapas, es decir, con una perspectiva desde arriba. La obra más conocida de la escritora polaca es Los libros de Jacob (2014), que trata sobre la vida del creador del Franquismo, Jacob Joseph Frank.

En 2020 la ganadora fue Louise Glück, poeta estadounidense cuyas obras retratan la infancia, vida familiar, relaciones y muerte a través de sus experiencias personales y haciendo uso de un lenguaje sencillo y cotidiano.

Annie Ernaux, No he salido de mi noche

Finalmente, este año Annie Ernaux recibió el premio Nobel de literatura. La escritora francesa resultó merecedora del galardón por su escritura sencilla y precisa, que trata diferentes temas relacionados a la diferencia de clases.

En conclusión, personalmente pienso que no se puede obviar el ‘ser mujer’. Al igual que en los hombres, es algo que influye en quién somos. Y ser mujer a lo largo de la historia no ha sido tan sencillo, pero estas escritoras han demostrado que no es algo que se deba distinguir para el talento que nos hace merecedores de reconocimientos como el Premio Nobel de Literatura, ni mucho menos para hablar sobre los temas que consideramos importantes.

 

 

Annie Ermaux, la nueva ganadora del Nobel de literatura

Annie Ermaux, la nueva ganadora del Nobel de literatura

Por Bruno Berardi

El pasado jueves 6 de octubre fue nombrado el ganador del premio Nobel 2022 de literatura y en abediciones queremos compartirte el perfil y el trabajo de la 17ª escritora en ganar este reconocido premio. La francesa Annie Ermaux a sus 82 años de edad, fue galardonada por “el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, las distancias y las limitaciones colectivas de la memoria personal», explicó el jurado del Nobel ante su nueva estrella.

 

La escritora Ermaux tiene una trayectoria en el arte de contar historias y temas complejos muy amplia por toda Europa. Nacida en 1940 e iniciando su debut como escritora en 1974, con Les armonies vides. Fue con su cuarta obra, La place en 1983, que empezó a adquirir popularidad e impulsar su carrera. Los escritores recurrentes de la nueva ganadora del premio sueco, saben que muchos de sus relatos son experiencias autobiográficas que relatan las dificultades de una mujer escritora y las alegrías de una madre.

La escritora es famosa por tocar temas sociales con los que se siente identificada o ha experimentado, como los sectores sociales y sus perjuicios, el cual podemos apreciar en su primer éxito, La place, y el tema del aborto cuando aún era ilegal en Francia es tocado en el relato El acontecimiento. La academia sueca remarcó que la autora “revela la agonía de la experiencia de clase» y describe emociones como «la vergüenza, la humillación, los celos o la incapacidad de ver quién eres», con lo que ha logrado «algo admirable y duradero».

 

La escritora francesa fue distinguida en el pasado por el Premio de la Lengua Francesa en 2008, fue galardonada con el Premio Formentor 2019 por una obra que, según el jurado, hace «un implacable ejercicio de veracidad que penetra los más íntimos recovecos de la conciencia». Parece que la señora Ermaux tiene la capacidad de llevarnos a viajes de profundidad espiritual con temas muy personales para ella que muchos autores evitan tocar. Ha sido admirada como narradora en la primera persona. Por ello fue felicitada por sus reflexiones autobiográficas por autores como Emmanuel Carrère, Virginie Despentes o Didier Eribon.

 

Este premio también es muy importante a nivel cultural, en los 122 años de historia del premio, la academia sueca ha distinguido a 118 escritores y la escritora Ernaux se convirtió en la decimoséptima mujer que gana el premio, ampliamente considerado el galardón más prestigioso de la literatura mundial, desde que se formó en 1901. La mayoría de los premios Nobel en literatura son ganados por escritores provenientes de Europa o América del Norte, siendo Francia la tercera posición en dominio de ganadores para este premio.

Además del reconocimiento del premio, el Nobel tiene un valor agregado de 10 millones de coronas suecas, equivalente a (US$ 910.000) que se le es entregado al escritor. Para la señora Ermaux fue una decisión difícil si aceptarlo o no. Uno de sus más grandes héroes de la literatura, Jean-Paul Sartre, el reconocido filósofo, envió una carta en 1964 pidiendo que no se le concediera para el premio, ya que siempre rechazaba condecoraciones oficiales.

 

El año pasado lo ganó el novelista tanzano Abdulrazak Gurnah. Y el último escritor francés en obtener el galardón fue Patrick Modiano, en 2014. Pese a que en 2018 su fallo se enturbió dado los escándalos de corrupción que protagonizó uno de sus miembros, la organización no ha retrocedido a la polémica al premiar a Bob Dylan en 2016 y hasta ha mostrado apertura hacia otros géneros al reconocer a la periodista Svetlana Aleksiévich en 2015. El panel de jueces en la academia suaeca, está formada por 18 personas, integrada por escritores suecos, eruditos, literarios, lingüistas, historiadores y un jurista, que eligen al ganador.

 

Para los amantes de la literatura moderna, han conseguido la nueva figura literaria que representa el máximo premio de la historia. Si no conoces el trabajo de esta escritora francesa, puedes iniciar a partir de ahora y conocer su vida a través de sus propias historias, basadas en su propia vida y su visión del mundo.

 

Adaptación cinematográfica: el arte de trasladar la palabra escrita a la pantalla grande

Adaptación cinematográfica: el arte de trasladar la palabra escrita a la pantalla grande

Por Cristian Pestana

¿Qué constituye una buena adaptación cinematográfica?

 

Es una pregunta compleja, con una gran variedad de respuestas. Las historias comienzan su viaje en una página en blanco, para luego experimentar un desarrollo extenso a través de su recorrido por los diferentes arcos argumentales y personajes. Una vez que el viaje escrito está completo y la historia cobra vida, comienza el viaje de transición de la página a la pantalla grande. De esta manera, comienza el proceso de adaptación cinematográfica.

 

No es una tarea fácil por los múltiples desafíos que conlleva la traslación de ideas y conceptos desde un medio a otro. La fidelidad a la obra de origen es un factor que se debe tomar en cuenta, ya que, aunque es imposible incluir todos los elementos de la obra literaria en su contraparte audiovisual, es de suma importancia mantener intacta la esencia del relato en cuestión.

 

También existe el concepto de adaptación libre, donde se toma las piedras angulares del relato (la idea principal, el tiempo, los personajes y las situaciones), pero con una estructura distinta. Se trata de una serie de elementos nuevos que potencian la identidad de las propuestas originales.

 

 

Entre las adaptaciones cinematográficas más exitosas, podemos encontrar la trilogía de El Señor de los Anillos dirigida por el cineasta neozelandés Peter Jackson. Basada en la obra fundacional del escritor británico J.R.R. Tolkien, se trata de una historia de fantasía con múltiples aristas y un proceso de worldbuilding nunca antes visto en la época de su estreno. El poder visual de las imágenes presentadas por Jackson en conjunción con la mitología rica en detalles del universo tolkeniano generó una producción deslumbrante que cautivó a toda una generación de fanáticos, ganó un total de 17 Premios Oscar entre sus tres películas y abrió la puerta a una serie de historias basadas en éxitos literarios, como lo son la saga de Harry Potter, la cual se convirtió en un fenómeno mundial y reportó una recaudación combinada de 1.155 millones de dólares. La traslación de los elementos que conforman el mundo mágico creado por la autora británica J.K Rowling supuso una de las franquicias más rentables de la historia del cine gracias a su fidelidad con el texto original y la imaginación empleada en la creación de cada escenario fantástico.

 

Los juegos del hambre fue otro de las grandes exponentes en este apartado. La trilogía de libros juveniles ideada por la autora Suzanne Collins fue adaptada con éxito en una serie de películas que encumbraron la carrera de la actriz Jennifer Lawrence y convirtieron la obra de Collins en un producto de gran relevancia cultural, con diferentes capas de simbología política y social. La historia de Katniss Everdeen, “la chica en llamas” se mantiene activa en la cultura popular y, como resultado, se encuentra en proceso de filmación una precuela basada en la novela de Collins Balada de los pájaros cantores y serpientes con la actriz Rachel Zegler como protagonista.

 

Cabe destacar que no todo el material escrito es trasladado a la pantalla de manera satisfactoria, y existen títulos que se consideran imposibles de filmar. Sin embargo, algunos de los libros que ostentan esa designación han disfrutado de una transición óptima a la pantalla grande. Este es el caso concreto de Una Aventura Extraordinaria, de Yann Martell, que tuvo su adaptación en el año 2013 bajo la dirección del visionario cineasta Ang Lee y cosechó un éxito rotundo de críticas y taquilla. Además, fue nominada a 11 Premios Oscar, incluido el máximo galardón de Mejor Película y resultó ganadora en 5 categorías, entre las cuales destaca el premio de Mejor Director para Lee.

 

Otro ejemplo notable de historias que superan su etiqueta de imposible de filmar es Duna, la obra cumbre de la ciencia ficción del escritor Frank Herbert que ha contado con numerosas adaptaciones en el medio audiovisual, entre las cuales se encuentra la fallida producción del icónico cineasta David Lynch y la rocambolesca idea de Alejandro Jodorowski que nunca se materializó en la gran pantalla. Pero el pasado año, el cineasta franco-canadiense Dennis Villeneuve sorprendió con su adaptación grandilocuente y poderosa de la narrativa de Herbert. El resultado fue una superproducción que disfrutó de un cálido recibimiento por parte de público y crítica, además de obtener diez nominaciones a los Premios Oscar, de las cuales se hizo acreedora en las categorías de mejor banda sonora, mejor diseño de producción, mejor fotografía, mejor sonido, mejor edición y mejores efectos visuales. Este triunfo rompió la “maldición” asociada a la adaptación cinematográfica de Herbert y aseguró el desarrollo de una secuela, que está en proceso de filmación y se estima que llegue a las salas de cine durante el otoño de 2023.

 

Las adaptaciones cinematográficas no se limitan a un libro. Los poemas también son fuente de inspiración para muchos realizadores y, a lo largo de los años, algunos de los textos más emblemáticos de la historia de la poesía han logrado capturar la atención de un sinfín de cinéfilos empedernidos que harían todo lo que fuera posible por plasmarlos en los sueños de celuloide.

Uno de los ejemplos más consistentes que ha logrado convertirse en una adaptación muy querida por toda la familia es la Balada de Mulán, pieza literaria que se trasladó a la compañía de Buena Vista y dio como origen la cinta animada original, que, con el paso del tiempo, se ha confirmado como una de las producciones más queridas por los fanáticos de Walt Disney Studios. Dentro de la historia, encontramos a una joven valiente que arriesga su vida por salvar a China de un inminente ataque por parte de los Huno y se convierte en una intrépida heroína. Los valores positivos de resiliencia, honor y empoderamiento presentes en la historia se mantienen vigentes en la actualidad.

 

Las historias poseen un encanto cautivador que sigue hechizando a los autores en la actualidad. Cada relato ofrece un sinfín de posibilidades para construir mundos particulares y ofrecer una visión creativa de todo lo que nos rodea. La literatura es magia y arte, que en conjunción con el cine se convierte en una experiencia atemporal.

 

 

 

 

Crecí leyendo

Crecí leyendo

 Por Mariela Mendoza Díaz

 

Cuando a mi hogar llegaban los vendedores, mis padres les abrían la puerta, los hacían pasar y hasta café les ofrecían. Allí comienzan los primeros recuerdos de mi relación con los libros, esos que han construído y siguen construyendo mi vida.

Como mi papá soñaba con tener un hijo médico, y yo fui la elegida para cumplir ese sueño, él decidió comprar una enciclopedia de medicina a uno de esos vendedores ambulantes que llegaban a casa. Esos libros se podían pagar a plazos y hasta se firmaban giros que comprometían legalmente.

Luego, mi papá soñó con tener una hija política, que fuera altruista y que hasta llegara a ser alcaldesa. Por eso buscaba libros de historia, de economía y de polémicos temas de actualidad.

En medio de esos sueños ajenos había visitas a los quioscos de revistas y a cada hijo complacía en la compra de sus revistas de preferencia. Había cómics que él llamaba peneques de Tamakún, Kalimán y el pequeño Solín. Había risas, había spoilers y no usábamos esa expresión, simplemente coreábamos: “No. No. No nos cuentes el final”.

La compra de la lista del colegio era lo máximo: mis padres no escatimaban en lo necesario para el año escolar. Desde entonces las librerías se convirtieron en mi templo y, en medio de esas vivencias, retumbaba en mi mente una letanía permanente: “la mejor herencia, la educación”.

En la casa de infancia también había tertulias sobre las cosas que mis padres leían en el periódico y hasta de los chismes de la farándula de la época…

Otro hecho significativo que ayudó a consolidar mi pasión por la lectura y los libros fue una sorpresa que me dio mi muy querido profesor de Castellano en el bachillerato. Él, quien publicaba semanalmente una columna en el periódico local, me dijo que comprara el periódico de la semana siguiente pues allí encontraría algo que de seguro me gustaría. Cuál sería mi asombro y el de mi padre al ver que mi profesor me había dedicado el artículo y lo tituló “Conversando con Mariela”, donde narraba sus experiencias de conversar conmigo en el recreo. Mi papá -cuando vio mi nombre en el periódico- soñó que tal vez podría ser periodista o abogada… Y eso trajo más libros a la casa.

¡Crecí! Sus sueños -ahora- eran los míos…

Estudié con libros. Mis compañeros usaban libros e investigábamos en las bibliotecas. Incluso, en muchas ocasiones, mi mamá me acompañaba a la universidad y se quedaba en la biblioteca mientras yo estaba en clases. En nuestros paseos visitábamos librerías, comprábamos, disfrutábamos de hablar de autores, de los personajes como si de vecinos se tratasen. A mi alrededor, siempre estaban los libros.

Crecí más… y me encontré haciendo lo mismo con mi hija. Recuerdo con especial agrado al señor Heriberto, dueño de un quiosco de periódicos que le guardaba a mi hija todas las colecciones infantiles que traía la prensa, las revistas de Barney, de princesas y cuanta otra revista saliera a la venta. Tanto Heriberto como mi hija sabían que yo las compraría. Se repite el ciclo de vivencias e interacción entre ella y yo con los libros hasta hoy en día.

Y, de repente, descubro que muchos a mi alrededor no atesoran ese tipo de recuerdos, de historias que cuentan con los libros como protagonistas. Hago consciencia de que la lectura no es una actividad común, que la mayoría no ve en el libro una herramienta para crecer y hacer realidad los sueños, y que la frase “la gente no lee” -que no me gustó cuando la oí y aún no me sigue gustando- me resultó el síntoma de un problema al cual había que prestar atención.

Cuando supe que había familias que no habían tenido la oportunidad de disfrutar de los libros, pude sentir y reconocer el valor de haber crecido en un hogar lector, de la importancia de soñar, de la imaginación y de la motivación. En ese instante supe que hacían falta espacios para los amantes de los libros. Necesitaba más lectores a mi alrededor… eso me llevó a querer llevar a otras personas lo mismo que yo había vivido.

Había que aportar, hacer algo. Así comenzó la aventura de trabajar promoviendo la lectura y nació BUSCADORES DE LIBROS DE GUAYANA, con la premisa de dar de leer, acercar los libros a las personas, despertar solidaridad, inspirar a leer con nuestras acciones con una frase que la usamos desde el día uno: “Más lectores, mejores ciudadanos”.

Y con esa frase por delante empezamos a realizar intercambios de libros, bazares literarios, clubes de lectura, cuenta cuentos, charlas; creamos un concurso de poesía para jóvenes entre 15 y 25 años, llamado “Descubriendo Poetas”, que va por su sexta edición y es válido a nivel nacional; hemos realizado concursos de fotografía con el tema de capturar imágenes inspiradoras que nos motiven a leer y, en medio de todas esas actividades, empezaron a llegar los donativos de libros usados y así nació de manera natural nuestra otra tarea: reubicar libros donde hicieran falta… en escuelas, liceos, universidades, zonas rurales y otras organizaciones que promueven la lectura.

La calle, las universidades, escuelas, colegios, plazas públicas, semáforos, centros comerciales, salas de arte, restaurantes, mercados públicos, empresas, viveros, estacionamientos de calle, campos, entre otros, han sido, desde el 2010, los lugares donde hemos realizado actividades, donde las personas nos reciben con entusiasmo y regocijo. Los que leen y hasta los que no, tal vez por curiosidad.

Nos hemos convertido en referencia en Ciudad Guayana y, por buena suerte, a partir del 2017 contamos con un local en un centro comercial (C.C. ZULIA), que nos ha permitido reinventarnos. Este espacio marca un antes y un después de nuestra gestión, que nos llevó a ser más creativos y diversificar las actividades, eso sí, con el libro siempre presente. Allí realizamos talleres de arte, producimos eventos, cursos, clases de ajedrez, encuentros ciudadanos, etc.

Todo lo vivido nos hizo sentir que había que insistir en conectar con la gente que más necesita, con los habitantes de zonas vulnerables, donde no hay suficientes recursos para libros escolares, computadoras, internet, ni bibliotecas… e intentar compartir con ellos el hábito de leer, descubrirles el poder de transformación que tienen la lectura y la imaginación.

Decidimos no ser tan solo un momento fugaz en sus vidas y para ello creamos nuestro programa social “Juntos Hacemos la Diferencia”. Desde el 2019 tenemos a 14 niños (hoy jóvenes adolescentes) de bajos recursos a quienes estamos acompañando en su etapa de estudios desde 6to grado hasta que terminen bachillerato, haciéndoles vivir experiencias que enriquezcan sus vidas y aportando herramientas que le permitan un mejor desempeño escolar.

En este programa hay risas, paseos, talleres de escritura, de oratoria, de modales y más, hay libros, cuentos, cuadernos, lápices y, especialmente afectos. Tres años después estamos contentos de los resultados, pero no conformes. La pandemia afectó mucho el ritmo de trabajo con los jóvenes, pero nos trajo también una idea nueva que de inmediato pusimos en práctica: las minibibliotecas, atendidas por amas de casa en la sala de sus hogares.

Ahora mismo tenemos dos minibibliotecas en una zona llamada Cambalache, que entre otras cosas fue un vertedero de basura y en su entorno se desarrolló esta comunidad retirada de la zona urbana de Puerto Ordaz. Allí estamos sembrando cultura, arte, gastronomía, encuentros artísticos, celebraciones y todo lo que sume a darle valor al sitio y al ama de casa que lleva las riendas. Estamos haciendo lo posible para que esos espacios se sigan multiplicando con el apoyo de madres de los jóvenes que integran el programa social, que han visto la evolución de sus hijos y los cambios positivos que muestran. En la sala de esos hogares hemos logrado colocar estantes con todos los libros necesarios para hacer las tareas, mesas, sillas, etc., adecuando el sitio para que las madres atiendan a quien lo requiera, prestan los libros, ayudan en las tareas y desde hace un par de meses hasta encuentros semanales para leer, conversar, compartir, ponerse de acuerdo, educar de distintos temas.

Leer ilumina, conecta, nos acerca, suma voluntades y Buscadores de Libros es la suma de voluntades y de solidaridad de amigos, voluntarios, colaboradores y hasta de un par de empleados. Somos gente de fe, creyentes de lo que hacemos y convencidos de que es el camino que el país necesita para renacer.

Una vez leímos de André Gide, escritor francés, lo siguiente: “Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿Quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta:
¿Qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran”.

Y nosotros, en Buscadores de Libros, desde hace 12 años, hacemos el camino más corto a esos encuentros.

Un secreto sobre un secreto

Un secreto sobre un secreto

El sábado 17 de septiembre a las 11:00 a.m. en los espacios de El Archivo Fotografía Urbana en San Román, los equipos de abediciones y El Archivo Fotografía Urbana presentaron el más reciente trabajo de Johanna Pérez Daza, Un secreto sobre un secreto, el cual también se considera el primero desarrollado dentro de la alianza editorial y con el que se inaugura la colección En Foco.

Presentación del libro.

Diana López, directora general del Archivo Fotografía Urbana; el fotógrafo y director curador del Archivo Fotografía Urbana, Vasco Szinetar y el director de abediciones, Marcelino Bisbal, acompañaron a la autora del libro, Johanna Pérez Daza, y a la protagonista del mismo, María Teresa Boulton, durante la presentación y posterior bautizo.

“Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes” es la cita de Diane Arbus que marca las primeras páginas del libro, del mismo modo, es la inspiración del título del mismo. En sus páginas se relata la vida, las pasiones y las ideas de María Teresa Boulton, recogidas en una entrevista que, durante semanas, realizó Johanna Pérez Daza para conocer y profundizar en la mente de una de las fotógrafas e investigadoras más importantes que ha tenido Venezuela.

Johanna Pérez Daza, periodista, profesora universitaria e investigadora; fue la responsable de la entrevista y, posteriormente, de la transcripción de aquellas largas horas de conversación que se convertirían en un libro de 110 páginas que, además de proporcionar un perfil acertado de María Teresa Boulton, también presenta un registro del quehacer fotográfico.

Un secreto sobre un secreto

La entrevista proporciona información precisa y amena que ayudará a los lectores no solo a conocerla desde sus inicios en el campo con la creación de La Fototeca junto a Paolo Gasparini, hasta su labor docente y producción literaria, sino también a tener conciencia de la evolución e impacto que ha tenido el sector de la fotografía en el país.

 

 

Vasco Szinetar sostuvo durante la presentación que Boulton “es una de las pioneras de la fotografía moderna y sistemática. Por no mencionar que es de las primeras en dejar testimonio del desarrollo de la fotografía, motivada siempre por su valor histórico” y es que ella fue la fundadora y directora del Centro de Fotografía y la revista Extra Cámara. Del mismo modo, es considerada una de las más destacadas investigadoras venezolanas especializada en la fotografía.

María Teresa Boulton

Con las respuestas espontáneas ofrecidas durante la entrevista, se puede retratar a la mujer que fue madre y esposa, y ahora abuela. La misma Pérez Daza sostuvo durante la presentación que María Teresa “es un ejemplo de mujer que logró equilibrar el tiempo impuesto por la familia y por el trabajo”.

“Mi relación con la fotografía no es un trabajo, es un placer. Descubrí en ella a un mundo que no conocía. Un mundo loco, pero que me encantaba”. Fue la expresión con la que María Teresa Boulton definió su labor.

Un secreto sobre un secreto es el primer libro editado por abediciones bajo el sello de la colección En Foco, la cual también pertenece al Archivo Fotografía Urbana. Dicha colección, como bien se explica en la contraportada del libro, busca hacer un recorrido por la fotografía venezolana y sus autores, a través de entrevistas a reconocidas personalidades que han dedicado su vida a la investigación, el pensamiento y la difusión de la fotografía como forma artística. Siendo el objetivo publicar un libro cada año.

El libro se encuentra a la venta en las diferentes librerías del país y se recomienda enormemente a aquellas personas que sienten el gusto y el llamado de la fotografía.

Una carta, una historia, una familia

Una carta, una historia, una familia

Por Bruno Berardi

Ser un padre no es una tarea fácil. Ser responsable de la vida y la educación de alguien más puede ser uno de los trabajos más complicados en el mundo, sin importar lo preparado que estés. Pero todo padre que quiera que su hijo sea feliz, tratará de impartir las enseñanzas que uno mismo aprendió con el tiempo. No porque uno sepa más, sino porque quiere lo mejor para él. Tratamos de dejarles algo que pueda ayudarlos a forjar su futuro, uno lleno de esperanza.

Carlos Dorado, economista y licenciado en Contaduría Pública, es un padre que quiso llegar a sus hijos usando la lectura en una de sus obras, Cartas a un hijo. Esta es una serie de versos cortos dedicados a las experiencias, moralejas y pensamientos que tuvo a lo largo de su vida dirigidas a sus hijos. Sin embargo, no es exclusivamente a ellos quien van dirigidos. Las cartas abarcan varios temas con los que podemos sentirnos identificados.

Un emigrante que conoce una tierra nueva. Un venezolano que se empeña en su camino al éxito. Un viaje por el mar de los recuerdos familiares y cómo nuestros padres nos hicieron sentir en casa. Un legado que buscamos difundir o un propósito que deseamos alcanzar. Cualquiera de estas cartas tiene el potencial de tocar nuestros corazones. La conexión directa que el autor presenta con el relato de su propia vida, nos permite adueñarnos de esa historia y convertirla en un puente para nuestras más profundas e importantes memorias.

 “Recuerdo mi primer viaje en avión, cuando siendo un niño vine a Venezuela con mis padres. No cerré ni un ojo durante el viaje para descubrir todo lo que estaba a mi alcance, comenzando tímidamente por el cenicero (en esa época se fumaba en los aviones), y siempre observando lo que hacían los de al lado (costumbre muy gallega); tenía pánico de que se fuese a caer el avión por mi culpa”.

 

Uno de los puntos que más toca Carlos Delgado en su libro, son las experiencias que tuvo de niño con sus padres. Un hombre que habla de los recuerdos que tuvo, dirigiéndolo al futuro. Son 3 generaciones en su familia vinculadas a estas palabras. Demostrando que no importa el tiempo que sea, o la situación en la que esté, la búsqueda de la virtud y el amor de la familia siempre están presentes en nuestras vidas.

 El éxito es otro tema fundamental que toca el autor. Carlos Dorado no solo es escritor y economista, es presidente del Banco Internacional Italbank y la Corporación Frida Kahlo. En su libro nos relata un poco de estos puntos importantes en su vida profesional. Aunque en sus cartas, resalta la importancia de la búsqueda de la felicidad, no de lo material. En un capítulo mencionó que:

“Es bello tener cosas, pero la clave es que tú las poseas, y no ellas a ti; si aquello que posees constituye los cimientos de lo que eres, vas a tener serios problemas de felicidad en tu vida”.

Este libro es un regalo de un padre a sus hijos. Y, a pesar de que no era la intención del autor al pedirlo, sus hijos respondieron a esto. En el preludio a todas estas moralejas e historias, los hijos dedicaron un pequeño espacio para escribir sus propias cartas a un padre. En esencia todas ellas podrían resumirse a una sola palabra: “Gracias”. Palabras que deberíamos decir más seguido a todos aquellos padres, madres, figuras paternas y pilares emocionales en nuestras vidas.

El éxito no fue el único punto que el autor quiso dejar como brújula en su escrito. El amor, no solo a la familia, sino también hacia la pareja, es otro de los temas que podemos ver reflejado en sus cartas. Lo curioso es que no lo demostraba en su propia relación, sino de la de sus padres. Una de las frases que abarca este punto, la enfatizó con un recordatorio:

“Evita en lo posible los conflictos, pero aquellos pocos que puedan tener, acuérdate que siempre es reconfortante escuchar al final de una discusión: ´pero te quiero…´, en vez de decir: ´te quiero, pero´. Sin olvidarte nunca, como decía mi madre, que perdonar es el acto más grande de amor; pero ganarte el perdón, es la responsabilidad más grande. 

En todas las librerías uno siempre encuentra esa sección dedicada a los libros de autoayuda, superación y consejos. Muchos de ellos inclinados a cómo mejorar las relaciones, pero ¿Cuántas de ellas realmente son enfocadas para agradecer? Usando experiencias tan cotidianas que cualquiera pueda sentirse familiarizadas con estas. Todos deberían tener al menos un libro con esta temática. Un libro enfocado en el aspecto humano, en la virtud y el cariño, pero, sobre todo, en la familia y el bien que nos hace tenerla.