Sofía Ímber, un puente hacia la cultura

Sofía Ímber, un puente hacia la cultura

Texto de Marialejandra Díaz V. 

Me gusta escuchar las voces de otras personas. Es que, de hecho, es necesario. 

 

Una de mis voces favoritas recientemente es nada más y nada menos que la de Sofia Ímber y esto es después de haber tenido la oportunidad de sumergirme en el mundo que dejó; un mundo de arte, de periodismo, de trabajo… un mundo sobre la cultura

 

En este viaje tuve la oportunidad de conversar con quienes la conocieron y trabajaron con ella durante varios años, la profesora María Luz Cárdenas y el profesor Carlos Delgado Flores. Sus relatos sobre Sofía y, la que algunos consideran su obra más importante, el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Ímber (MACCSI) están disponibles en la obra recientemente presentada por abediciones, con prólogo del profesor Víctor Guédez: El MACCSI Un museo diferente.  

 

 

Sin duda, una obra que hace honor a su contenido. Un libro-museo en el que pasar de cada página se siente como caminar entre las exposiciones, sus salas y oficinas. 

 

En la obra, la profesora Cárdenas y el profesor Delgado Flores relatan la historia del MACCSI desde sus inicios, remontándonos a la época de construcción de Parque Central, estructura que, con toda la modernización y diversidad de elementos que ofrecía para sus habitantes -con farmacias, automercados, tiendas, bares- para algunos simbolizaba el fin de Caracas, pero Sofía Ímber lo describió como “una nueva forma de vivir”. Y a esta nueva vida le hacía falta un espacio para el arte.

La idea inicial era hacer una galería y el proyecto le fue confiado a Ímber. A partir de allí, 1971, comenzó la planificación, adquisición y donación de las obras que exhibiría. Aunque al principio no había un lugar destinado para el museo, Sofía Ímber afirmaba que en cualquier lugar, incluso un garaje, existiría. Así, pasando de tener de tres a dieciséis salas, el MACCSI fue creciendo. Contaba con comedor para sus empleados, bóvedas acondicionadas, salas de conferencias y conciertos, talleres de carpintería, una sala especial para invidentes, oficinas, entre otros, pero una muy importante de ellas fue la biblioteca pública de arte en Venezuela. 

 

El museo funcionó bajo la dirección de Sofía Ímber desde 1973 (oficialmente, dado que desde antes ya se estaba organizando) hasta 2001, cuando Ímber fue destituida por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a causa de una “revolución cultural” fundamentada en que la “élite tenía secuestrada el área cultural”.

 

Todos estos años, exposiciones y experiencias están en El MACCSI Un museo diferente. El primero de los ensayos, por la profesora María Luz Cárdenas, lleva por título “El museo diferente”, y el segundo, del profesor Carlos Delgado Flores es “Diez mil días en el museo puro”. Ambos cuentan una misma historia, pero sus voces distintas hacen de los dos una rica lectura, y además muy especial, porque escuchamos sobre Sofía Ímber y su museo por personas que trabajaron allí y con ella durante tantos años. 

 

 

La profesora Cárdenas acompañó y trabajó con Ímber hasta que ella falleció en 2016, las unía no solo sus pasiones y carrera, sino también una gran amistad. Por otro lado, el profesor Delgado Flores fue uno de los periodistas que se formó en la “escuelita de El Universal”; las oficinas de las páginas culturales del diario que funcionaron cerca del museo. Adicionalmente, el profesor Delgado Flores comparte un estrecho vínculo con Sofía ímber, ya que fue él quien tuvo la penosa tarea de convocar la rueda de prensa en la que ella anunció su salida del museo. 

 

Sin embargo, más de veinte años después podemos comprobar lo que dice el profesor Víctor Guédez en el prólogo: “pensar en Sofía es pensar en el MACCSI y pensar en el MACCSI es pensar en Sofía”. Y este es uno de esos casos en los que no es posible separar el arte del artista, pero es porque ambos tenían muchísimo del otro. Sofía Ímber construyó un museo desde la nada y dejó en él su personalidad, compromiso y pasión, que fueron el motor para hacer del MACCSI un ejemplo de buena cultura del trabajo y uno de los mejores museos del mundo, un hogar del arte, de las buenas costumbres y un símbolo de nuestra humanidad, de lo que somos capaces de hacer. 

 

Esto es un poco de lo que conversé con el profesor Delgado Flores para una entrevista publicada en este mismo portal, el MACCSI era un museo de lo posible porque quienes trabajaron allí daban lo mejor de sí mismos. Sofía Ímber se basaba en el principio de la autoexigencia para el trabajo de cada día, en que primero debemos conocernos para poder dar algo a los demás. Es una idea que deberíamos aplicar en la vida diaria, a veces no podemos esperar de los demás algo que ni siquiera tenemos nosotros mismos, pero si trabajamos en quiénes somos y qué hacemos, no hay que mirar muy lejos para encontrar a una persona valiosa, ella estará en el espejo. 

 

Ahora, en esta línea también podemos hablar sobre la importancia de ser fieles a nosotros mismos -aunque eso nos haga incómodos-, sobre ser “pelito de tuna, no porque crea que voy a cambiar el mundo, sino porque no quiero que el mundo me cambie a mí”, dicho por la misma Sofía Ímber en Yo, la intransigente una obra que recoge diferentes textos seleccionados de la columna con el mismo título, publicada durante varios años en El Nacional. Abediciones publicó una segunda edición en 2019, y como dice Diego Arroyo Gil para su prólogo, ir por sus páginas es escuchar la voz de Sofía, conversar con ella y estar o no de acuerdo con sus afirmaciones. 

 

 

Esta edición se divide en siete partes de acuerdo a los temas que trata su autora; La mujer; Costumbres; TV, Teatro, Cine, Censura; Los jóvenes; Era apenas un niño; Ladrones y Policías; y Otras cosas. Es una lectura que te invita a preguntarte, porque son palabras que, como los buenos libros, pasan por ti y se quedan contigo. Te cambian, y eso es una necesidad. Sin la gente que te cuestiona y te hace cuestionarte a ti mismo, no podríamos detenernos y reflexionar, no habría espacio para preguntas esenciales: ¿Por qué hago lo que hago o digo lo que digo?  Y más importante aún ¿Por qué pienso lo que pienso? 

 

En resumen, Sofía Ímber fue una mujer cuyo legado no solo muestra formas de hacer periodismo y de su vital importancia para la sociedad, sino también la relevancia de la documentación y la preservación de la cultura. Su vida además deja una lección de cómo deberíamos vivir las nuestras, trabajando con compromiso y autoexigencia para hacer de ellas algo de provecho, que perdure en el tiempo y permita que otros se puedan nutrir de allí. 

Sofía Ímber es un puente hacia la cultura, porque aunque su obra no ha podido permanecer intacta en el tiempo, igualmente no se desvanecerá. Todo lo que hizo, especialmente su museo, siempre será recordado con la grandeza que alguna vez tuvo, incluso si ya no está. Y las huellas que dejó en la vida de las personas que la conocieron y de las que puedan leer sobre ella, quedarán allí grabadas como evidencia de todo lo que es posible hacer en Venezuela y de todo lo que podemos ser cada uno de nosotros.

abediciones presenta “Ejército y sociedad en Venezuela (1813-1823)” en los espacios de El Buscon

abediciones presenta “Ejército y sociedad en Venezuela (1813-1823)” en los espacios de El Buscon

Texto de Sofía N. Avendaño

El pasado 22 de marzo a las 4:30 de la tarde fue presentado el más reciente trabajo de la profesora Diana Sosa Cárdenas: Ejército y sociedad en Venezuela (1813-1823). La actividad se llevó a cabo a las afueras de El Trasnocho cultural y estuvo protagonizado por la autora del libro, el profesor Tomás Straka, director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UCAB, y Marcelino Bisbal, director de abediciones.

 

Durante la presentación, el profesor Straka destacó la labor investigativa e histórica de Diana Sosa y sostuvo que esta logra adentrarse en la identidad venezolana al realizar las preguntas adecuadas a la historia. Preguntas que se convirtieron en una línea de investigación desde la época en la que estudió su maestría de Historia de Venezuela hasta la actualidad.

La investigación de la autora derivó en una tesis titulada Los pardos. Caracas en las postrimerías de la Colonia (2010). Ahora este nuevo trabajo se concentra en la historia militar sobre el ámbito social, partiendo de la pregunta: ¿Fue la guerra de Independencia un factor que ayudó a igualar la sociedad? Pues después de 1811, llega la república y con ella una constitución que establecía la igualdad de todos los ciudadanos, eliminando, entre otras cosas, títulos nobiliarios y el vocablo pardo. No obstante, lo interesante de este trabajo es que busca explicar la manera en la que la nueva ley se aplicó y cómo ejerció un cambio en la estructura social colonial.

Diana Sosa Cárdenas es abogada, realizó estudios de lengua y civilización francesa en la Universidad de La Sorbona (París) y tiene un doctorado en Historia de Venezuela. El libro, editado por abediciones, se encuentra a la venta en todas las librerías del país.

 

UCAB entrega premios a la investigación docente

UCAB entrega premios a la investigación docente

Texto de Sofía N. Avendaño

El pasado 20 de marzo la Universidad Católica Andrés Bello entregó los premios de investigación docente en su edición 2021-2022 y cuatro de las investigaciones galardonadas fueron publicadas bajo el sello editorial de abediciones.

El Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) del Secretariado de Investigación y Transferencia de la UCAB seleccionó a siete profesores e investigadores de la casa de estudio como los ganadores del Premio a la Investigación Docente. Aun cuando solo están contempladas tres posiciones en la premiación, este año el tercer lugar se topó con un cuádruple empate.  El orden de los galardonados fue el siguiente:

Primer lugar para Gustavo Hernández con la investigación titulada “+Comunicación: Técnicas y Soluciones”. Segundo lugar para Humberto Valdivieso y  Lorena Rojas, quienes fueron los coordinadores de la investigación titulada “NEXT: imaginar el postpresente Filosofía, arte y tecnología en la cultura digital”. Y el cuádruple empate del tercer lugar estuvo conformado por Ebert Brea con la investigación titulada “Una Extensión del Método de Particiones Anidadas”; Carmen América Affigne con la investigación titulada “La excepcionalidad chilena y su paradoja en el Centenario de la Independencia: discurso oficial, prensa y voces en contra (1910)”; Johanna Pérez Daza con la investigación titulada “Un secreto sobre un secreto” y César Carballo, quien fue el coordinador de la investigación titulada “Decreto-Ley Orgánica del Trabajo: balance de un decenio”.

Entre los galardonados se encuentran cuatro  trabajos publicados por la casa editorial de la UCAB, abediciones, los cuales son:

+Comunicación: Técnicas y Soluciones del profesor Gustavo Hernández. Este libro busca promover la cultura de la investigación en los estudiantes de Comunicación Social y para ello recoge una serie de ensayos y/o artículos que exponen los métodos y herramientas de investigación que se pueden aplicar en las diferentes áreas que conforman el rango de acción de los comunicadores sociales.

NEXT: imaginar el postpresente. Filosofía, arte y tecnología en la cultura digital. Este libro es fruto del arduo trabajo de edición y compilación de los profesores del Centro de Investigación y Formación Humanística, Lorena Rojas y Humberto Valdivieso. El trabajo presenta una serie de ensayos inspirados en los seminarios realizados por la Fundación Telefónica Movistar en alianza con la UCAB, en los cuales se abordó el tema de la conexión entra la actividad humana y el fenómeno de lo digital. Básicamente, desde la perspectiva de la filosofía, las letras, el arte, la semiótica, la educación y la comunicación se aborda el tema del tiempo y su relación con esta era digital.

Un secreto sobre un secreto de Johanna Pérez Daza es una obra que, a modo de entrevista, narra la evolución del arte de la fotografía en Venezuela, desde la perspectiva de una de las fotógrafas más importantes que tiene la nación: la profesora María Teresa Boulton.

Decreto-Ley Orgánica del Trabajo: balance de un decenio es el trabajo realizado bajo la coordinación del profesor César Carballo y que cuenta con la participación de 19 autores especializados en el área del derecho laboral, quienes se dedicaron a estudiar el impacto de un decreto de ley que se promulgó el 30 de abril de 2012 y que bien puede considerarse con la incursión de un modelo socialista.

 

La investigación es uno de los pilares fundamentales de toda universidad. Es una expansión del conocimiento inspirado por la curiosidad que permite comprender, desde otras perspectivas, el mundo en el que vivimos. La UCAB reconoce públicamente el esfuerzo de sus centros de investigación y de los profesores que los conforman, pues el trabajo realizado por ellos, además de consolidar el nombre de la institución, deja un legado intelectual que trasciende en el tiempo.

 

La mujer en la literatura: origen de una voz

La mujer en la literatura: origen de una voz

Texto de Meryi I. Barreto.

 

La importancia editorial con la que cuentan las autoras femeninas en la época actual ha generado un movimiento literario fascinante. La trayectoria recorrida por las mujeres dedicadas a la literatura a través de los siglos ha propuesto una incesante labor y ha compuesto una serie de nuevas perspectivas sobre la imagen que brinda la historia de la literatura en cuanto a las mujeres, tomando una especial relevancia en el caso latinoamericano.

En los tiempos actuales las mujeres han accedido, de manera más o menos igualitaria, a los mismos recursos que los hombres, lo que ha derivado en un incremento de su producción literaria y les ha permitido alcanzar los mismos niveles en calidad y creatividad artística que las de ellos, o mejores. Tenemos, por ejemplo, a Samanta Schweblin (Argentina), Mariana Enríquez (Argentina), Paulina Flores (Chile), María Fernanda Ampuero (Ecuador) y Verónica Gerber Bicecci (México), por nombrar solo a algunas de las representaciones más relevantes de la literatura latinoamericana que actualmente acumulan premios y reconocimientos importantes en múltiples festivales y celebraciones.

Como consecuencia del surgimiento editorial de una cantidad importante de autoras femeninas en términos globales, se han originado también algunos movimientos literarios en los que estas juegan un importante papel. El más destacado recientemente es aquel conocido como “Nuevo boom”, bautizado así por diversos críticos como Virginia Capote Díaz (2020), en La Literatura Latinoamericana escrita por mujeres hoy, debido al frecuente y cada vez mayor interés que la tendencia literaria ha demostrado tener por las voces femeninas y las historias contadas por mujeres.

Este término toma como referencia el “boom” de los años 60, que consistió en un estallido editorial de nuevas obras y autores que buscaban rescatar la identidad latinoamericana y que dieron un giro a la forma de concebir la novela; el “nuevo boom”, en consecuencia, es un movimiento que alude a la participación cada vez más significativa que las escritoras latinoamericanas han obtenido en el mercado editorial mundial, y a la capacidad que estas han demostrado poseer al momento de replantear la realidad social latinoamericana.

La crítica señala que además de coincidir en la importancia que estas autoras obtienen en el mercado internacional, la mayoría de las escritoras latinoamericanas que conforman este fenómeno se sirven de una narrativa peculiar para denunciar ciertas situaciones sociales de injusticia y discriminación comunes en la sociedad actual, optando por la técnica del ensayo o el cuento, como son el caso de Mariana Enríquez y Silvina Ocampo, cuentista y poeta respectivamente, que a través de sus producciones consiguen señalar situaciones sociales de violencia y discriminación que, aún en la actualidad, amenazan a las mujeres y minorías.

Además, estas nacientes historias ahora contadas por mujeres, destacan en la tradición y en pensamiento colectivo porque, como señala Suarez Hernán, C. (2013):

“Realizan una reflexión sobre la feminidad y las numerosas reivindicaciones de los derechos de la mujer a través de su narrativa, en la misma medida en que sus textos elaboran una crítica sobre su situación en la comunidad, partiendo del hecho de invisibilidad que sufrían tanto en la literatura como en la sociedad”.

Lo que Suarez Hernán y demás críticos resaltan es la necesidad de tomar en cuenta la transición del papel de la mujer en la literatura, ya sea en su consideración como personaje o en su labor de escritora, para comprender su producción literaria actual y las implicaciones que esta contiene.

Lo que deriva de todas estas implicaciones y significaciones inherentes a la participación de la mujer en la literatura, es la posibilidad de poder escribir, expresar, denunciar cada una de las situaciones que hasta ahora eran silenciadas y que originaron toda una narrativa referente a las experiencias y perspectivas a las que el género femenino se ha enfrentado por años.

Con esto, es evidente que la participación de las mujeres escritoras en la literatura actual posee una innegable importancia a nivel editorial y cultural, significando mucho más que un quiebre de los patrones sociales establecidos y generando una oportunidad para las autoras en cuanto a la posibilidad de exponer, evidenciar y contar todas aquellas situaciones de injusticia, discriminación y violencia que hasta hace poco representaban un tópico invisibilizado.

 

 

REFERENCIAS

-Suarez Hernán, C. (2013). «El tratamiento subversivo de los estereotipos de género y edad en la obra de Silvina Ocampo». Anales de Literatura Hispanoamericana, 367-378.

-Capote Diaz, V. (2021). «La literatura latinoamericana escrita por mujeres hoy: aproximación a su recepción y notas preliminares a un fenómeno incipiente: el caso de Colombia». Kamchatka. Revista de análisis cultural., 453-473.

 

Educar liberando la imaginación: Entrevista con Carlos Delgado Flores y Víctor Guédez

Educar liberando la imaginación: Entrevista con Carlos Delgado Flores y Víctor Guédez

 

Texto de Marialejandra Díaz V. 

Años atrás, en Caracas estaba uno de los museos más importantes del mundo, para algunos, el más importante de América Latina.

Recientemente abediciones presentó El MACCSI Un museo diferente obra que contiene dos ensayos que relatan la época en la que el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Ímber (MACCSI) fue dirigido por su creadora, con quien compartió nombre. El primero de los textos del libro es el de la profesora María Luz Cárdenas, experta en curaduría y gerencia de instituciones museísticas, y el segundo de Carlos Delgado Flores, periodista, investigador y profesor universitario. 

Adicionalmente, la publicación cuenta con un prólogo del profesor Víctor Guédez, quien ha sido miembro de las juntas directivas de diferentes instituciones culturales de renombre. 

En fechas cercanas a la de la presentación del libro, tuve la oportunidad de conversar con el profesor Víctor Guédez y el profesor Carlos Delgado Flores, cuyos aportes permitieron que El MACCSI Un museo diferente sirva como prueba de la época brillante en Venezuela en la que la cultura lo era todo. 

 

 

Una de las frases que se resalta en la obra es lo que solía decir Sofía Ímber: “Cultura es todo” ¿Qué es lo que estas palabras significan para usted?

Prof. Carlos Delgado Flores: Para Sofía todo el periodismo era cultural y también era político. Ambas cosas. El periodismo da cuenta de la situación humana y del pensamiento humano. Sofía empezó levantando historias de vida de pacientes del servicio de psicología infantil que llevaba el Dr. García Arocha, de allí pasó al periodismo. O sea que a Sofía siempre le interesó saber qué pensaba la gente, qué sentía, qué vivía… Esa curiosidad lo lleva a uno al periodismo, y ella (Sofía Ímber) pretendía que todo lo que se hacía era cultural, porque al final todo eso va a construir la trama de significaciones donde vivimos.

Prof. Víctor Guédez: La cultura tiene muchísimas acepciones. La más elemental es la que se asocia con la vida del cultivo. Todo lo que se cultiva es cultura. A mí particularmente me gusta mucho una definición de Ortega y Gasset, en la que dice que la cultura es la capacidad de preguntar y de responder, y uno puede perfectamente derivar de ahí que hay culturas que tienen más preguntas que respuestas, culturas con más respuestas que preguntas y otras con la misma cantidad de respuestas y preguntas. Entonces, uno podría decir que cuando una cultura tiene más respuestas que preguntas es prepotente, impositiva, y cuando tiene menos respuestas que preguntas, es una cultura que está en proceso de elaboración. Sofía era un poco de cada una de estas versiones de cultura. Porque Sofía era una mujer que se cultivaba, se preguntaba y se respondía. Sofía era una mujer que pensaba, sentía y hacía en función de lo que era el acto creativo y estético, y todo eso conformaba su vida. Y cuando ella hacía esa afirmación ciertamente replicaba la vocación y la sensibilidad de su sentimiento.

 

La cultura del trabajo establecida por Sofía Ímber fue un pilar importantísimo para convertir al museo en el más importante de América Latina durante su época. Trabajar allí era un compromiso con la excelencia. Para usted ¿Cuáles son los valores que resumen este principio? 

Prof. Carlos Delgado: Dar. La primera palabra es dar. Nadie da lo que no tiene para dar. Para dar hay que tener. No era una exigencia por la exigencia. No era una tiranía. Era un reto constante, porque Sofía partía desde el principio de que cada cabeza es un mundo, pero para poder dar hay que tener. Y ese tener es tenerse, conocerse, trabajarse. En la medida en que se trabaja y se conoce, se crea. Sofía no concebía su trabajo como trabajo, sino como obra. Era una manifestación personal. Hay una diferencia sustancial entre un trabajo y una obra, la obra va más allá de lo que se entrega. La obra es para construir equipos que la perpetúen en la misma medida en que van avanzando en el tiempo. A las obras las lleva una visión. A los trabajos también, pero entre el trabajo regular y la obra media el propósito. Una fábrica, una industria, un servicio, una universidad, pueden tener una visión, pero si sus equipos tienen propósito, tienes una obra.

 

El museo era muchísimo más que un museo. Fue dirigido como un periódico, tenía un fuerte carácter comunicativo y educativo, se acercaba al público para hablarle y escucharlo, para algunos incluso era un hogar. Todas estas perspectivas con las que se identificaba el museo, eran a su vez cualidades de la misma Sofía Ímber, ¿Cuál (o cuáles) de ellas cree que es la que hoy en día más se necesita en Venezuela?

Prof. Carlos Delgado: Hace falta que te escuchen, hace falta que compartan contigo y hace falta guía para afinar las intuiciones. Todo el mundo tiene intuiciones, pero no todo el mundo tiene la capacidad de conectar. Nos falta mucho diálogo, y el museo era principalmente eso: un espacio de diálogo. Que el museo fuera gerenciado como un periódico surgía de la idea de concebir al museo como un medio de comunicación, es una intuición que nace del estilo de vida y trabajo de Sofía. Sofía entendía el periodismo como un oficio intelectual, como una manera de construir ciudadanía, de mejorar la condición de vida.

Prof. Víctor Guédez: Sofía era una mujer de una sinceridad absoluta. Sofía estaba en todo lo que hacía y vivía todo lo que lograba, y todo eso en función del desafío de aprovechar oportunidades para mejorar institucionalmente su organización y para aportar valor al país. Sofía le prestaba más atención al cuidado del museo que a la protección del museo. Porque cuando tú cuidas algo, lo haces desde adentro y para adentro, mientras que cuando proteges algo lo haces desde afuera y para afuera. La diferencia entre cuidar y proteger es tan significativa que uno se pone a hacer las transferencias al mundo de la democracia y la democracia hoy en día está fracasando porque queremos protegerla desde afuera y no hemos sido capaces de cuidarla desde adentro.

 

Acerca de la educación y aprendizaje a través del arte ¿Cómo funcionaron en el museo? ¿Cómo se concretó esa participación del público con el museo? 

Prof. Carlos Delgado: Sofía le tenía horror a lo didáctico, porque lo didáctico se reduce el sentido a una sola vía, y te vas a conformar con cumplir los objetivos que te trazaste dentro de una ruta educativa si la vuelves didáctica. Si tú construyes la ruta de la misma forma en la que se escribe un texto periodístico, que es divulgando lo que no se sabe para que te entiendan, tú estás haciendo un trabajo de traducción, de cambio de léxico, de uno metalingüístico al público común. Así lo vuelves sentido común. Ese ejercicio se lo llevó Sofía para el museo. El museo no era un monumento, no tenía entradas ni salidas establecidas, era espacio puro. Como no es un monumento que hay que preservar ni hay que señalizar, el servicio se construía de manera dialógica. Las obras eran teatralizadas, dispuestas en el espacio, y la gente entraba y las recorría. Podías tomar una visita guiada o hacerlo libre. La misión del museo, si la miramos desde una perspectiva de las políticas culturales, era pedagogía del gusto. El trabajo del museo era educar la mirada, pero educarla liberando la imaginación. Y ahí está su mejor contribución.

 

En la misma línea de la pregunta anterior, el MACCSIBUS ¿Cómo surgió la idea? 

Prof. Carlos Delgado Flores: Nace de una intuición de Sofía, que tenía muy claro el concepto de innovación. Sofía había viajado, viajaba a Estados Unidos, Inglaterra, Francia… veía, pensaba si se podía adaptar, hacía la prueba, si la prueba funcionaba la desarrollaba como servicio y la incorporaba. Sofía una vez pensó en hacer visitas guiadas tipo audiolibro, ofrecer visitas guiadas con audífonos. Ahora lo vemos así, pero en los 90 era un dispositivo que había que crear. Con el MACCSIBUS pasó igual. Ella lo vio y dijo: esto es perfecto para profundizar el trabajo educativo del museo y hacerlo llegar a las comunidades. Y se habilitó un autobús con diapositivas y proyector, afiches… de modo tal que eran clases de temas que tenían que ver con la percepción, la cultura visual, llevado a comunidades remotas: barrios, campos… El MACCSIBUS recorrió varias veces el país. Cuando yo estuve (1997-2001) se dieron unas treinta giras del MACCSIBUS.

 

Y de las épocas que atravesó el museo, las distintas obras que se presentaron o las actividades realizadas, ¿Cuál es la que recuerda con más cariño o cuál es su recuerdo más memorable?

Prof. Carlos Delgado Flores: De las muchas cosas que vi, una que me impresionó muchísimo fue una visita de sordociegos. Era impresionante verlos disfrutar la experiencia y comunicarse entre ellos. También recuerdo que en el 2000, con la cumbre de la OPEP, hubo cinco exposiciones montadas, construidas desde la inexperiencia de los gestores.

 

Lo interesante acerca del MACCSI, tras leer y escuchar sobre él, es que da la impresión de que nada era imposible. El museo era un gigante capaz de superar cualquier obstáculo exitosamente. Podría decirse que esto fue gracias al compromiso de quienes trabajaron allí, porque en el MACCSI nada ocurría al azar. 

Prof. Carlos Delgado Flores: Sí, y no era tan complicado el cuido porque había una causa común. Había un sentimiento colectivo. Había una cultura de organización muy fuerte construida sobre la base del respeto y de la autoexigencia. El museo tenía todos los reconocimientos habidos y por haber, y una cultura intuitiva. Una cultura llena de intuiciones, pero profesionalizada. El trabajo cotidiano es otra cosa que recuerdo porque el museo es, además, un emblema de la arquitectura brutalista de Caracas. Eso de bajar a un sótano, luego subir a la sala y recorrer el espacio como dentro de un panal, en algún momento uní las proyecciones ortogonales del museo para hacer un modelo tridimensional y la forma que da es un panal. Es una forma que se da casi orgánicamente. Esa experiencia yo la recuerdo, pero también tengo un recuerdo traumático que es el del 16 de diciembre del 99 cuando nos tocó subir las obras de la colección y sacarlas a resguardo porque Parque Central se estaba anegando. En paralelo al deslave, la quebrada Anauco y la Catuche se salieron de cauce y toda la avenida Bolívar estaba cubierta de agua. Hubo que evacuar el museo. Y eso lo hicimos todos los que fuimos ese día. Después nos dispusimos a organizar una brigada de apoyo a los damnificados, llevamos todos los botellones de agua que teníamos.

 

Por otra parte, para el profesor Víctor Guédez el MACCSI, además de dejar un recuerdo en quienes lo visitaban, también transformaba a las personas, construía en ellos un ojo crítico

Prof. Víctor Guédez: Cada exposición en el Museo de Arte Contemporáneo era una sorpresa. Y cada una tenía una pauta de significación distinta a otra, pero no superior ni inferior a otra, sino que dejaba una satisfacción de un esfuerzo profesional, en un sentido estético, de una entrega institucional que ciertamente servía de preferencia… Todas las salas ocupadas, bien ocupadas, bien cuidadas, bien visitadas, aclimatadas. Uno salía del país y se convertía en un crítico, porque todo lo comparaba con lo que se hacía en el museo. Es que había un profesionalismo mucho más allá de lo normal que le permitía a uno sentir insatisfacción con cualquier otro museo importante en el mundo.

 

Finalmente, quisiéramos que comparta unas palabras sobre la importancia del museo y de iniciativas como esa, ya que este libro es una prueba más de que en el país es posible llevar a cabo proyectos increíbles, a través de la dedicación y el compromiso. 

Prof. Víctor Guédez: Hay que rescatar el pasado de este país, porque es una semilla que todavía puede germinar y seguramente va a revivir, y son conquistas y logros que se hicieron de una manera superlativa. En la medida en que uno recuerda, no solamente los vive, sino que también los puede proyectar, y los puede compartir con las generaciones jóvenes que jamás en la vida se imaginaron que Venezuela fue un país de referencia, no solo en el mundo del arte, sino en todas las cosas. Y Sofía era una pauta de referencia gerencial en el mundo cultural que todavía tiene muchísimas cosas que establecer como referencia para que nosotros las repliquemos y alcancemos logros significativos como los que ella alcanzó. 

Prof. Carlos Delgado Flores: El museo fue un gran momento. No lo es ya. El museo Armando Reverón es otra cosa. Se da testimonio del Museo de Arte Contemporáneo Sofía Ímber no solo por homenajear a su creadora, sino precisamente por mostrar que en el marco de la modernización nosotros podíamos hacer cosas de talla mundial. Lo podemos hacer. Lo podemos hacer dentro y fuera del territorio, porque ahora Venezuela es donde están los venezolanos. Los ashkenazi tienen una palabra para designar a las personas con genio: Mensch. Mensch era Sofía, pero eso era lo que le exigía a los demás, que fueran gente. Y bueno, a veces toca volver a lo básico, pero es que lo básico puede ser sublime.

 

 

Tras conversar con los profesores Carlos Delgado Flores y Víctor Guédez, pude confirmar algo que venía pensando desde que leí El MACCSI Un museo diferente y tuve la oportunidad de sumergirme en la historia del museo y de Sofía Ímber: la obra más valiosa del museo es su gente. Ellos convirtieron al museo en el gigante inolvidable que es, todo con compromiso, pasión y propósito. 

El MACCSI no solo educó a todos quienes lo visitaron, también les demostró a ellos y a cualquier persona que lea sobre su historia que nada es imposible.

 

abediciones se adentra en el Amazonas para la presentación de “Cocina Extraordinaria 2”

abediciones se adentra en el Amazonas para la presentación de “Cocina Extraordinaria 2”

Por Sofía N. Avendaño
Fotos de Manuel Sardá

El pasado 14 de marzo a las 11:00 a.m., la Universidad Católica Andrés Bello, junto a su editorial: abediciones, presentó la más reciente publicación de la chef Helena Ibarra, Cocina Extraordinaria 2.

La actividad se llevó a cabo en los espacios de la Academia de Gastronomía UCAB-Plaza´s y contó con la participación de la autora del libro y del grupo Saborígenes, liderado por la chef Lucy Quero y Harold Quevedo, quienes dieron una charla sobre el origen de su emprendimiento y de los alimentos que pueden encontrarse en la región amazónica cuyo valor nutricional y delicioso sabor, los convierten en una gran alternativa para complementar la dieta de los venezolanos.

Tanto el equipo de Helena Ibarra como el de Saborígenes sorprendieron a los invitados con una degustación de dos alimentos cuyo principal ingrediente es el mapuey morado. Estos fueron las hamburguesas Karaí y empanadas rellenas con caruru y riccotta. La comida fue acompañada con un exquisito cóctel de copoazú y, como postre, suspiros de limón mandarina.

La demostración culinaria fungió como una muestra de los sabores que aguardan dentro del recetario.

Al inició del evento, se destacó el hecho de que este es el primer texto culinario editado por abediciones y, probablemente, por una editorial universitaria y esto responde, naturalmente, a que el contenido del libro presenta una apertura cultural e incluso económica para el país.

Bajó la premisa de dar a conocer los sabores, colores y texturas autóctonos del Amazonas, Helena Ibarra desarrolló, junto a un grupo de expertos, un libro de cocina repleto de recetas variopintas debidamente identificadas con fotografías de alta calidad que presentan a los lectores una invitación para abrir la mente y el paladar. Además, como bien sostuvo la autora, la verdadera intención del libro, más allá de presentar un recetario, es poner sobre la mesa un conjunto de alimentos que, si bien se dan con naturalidad en el territorio nacional, todavía están muy lejos de formar parte de la identidad de los venezolanos. Para Helena Ibarra, la consolidación de una identidad gastronómica es sumamente importante porque más allá de sumar un valor cultural, también representa una oportunidad para atender las necesidades nutricionales de la población.

Helena Ibarra es una reconocida chef venezolana que, entre otras cosas, se ha desempeñado como profesora de gastronomía, editora y escritora. Es autora y colaboradora de varios libros de cocina, entre los cuales destaca La Cocina Extra-Ordinaria (2009). También ha ganado múltiples premios y reconocimientos nacionales e internacionales, siendo uno de los más importantes el Premio Gourmand 2012 “Best woman cockbook chef in the world” en París, Francia.